El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, leyó una declaración institucional durante su comparecencia ante los medios de comunicación, que comenzó hacia las ocho de la tarde en La Moncloa. Tras subrayar que el atentado de Mallorca llegó cuando se está golpeando «como nunca» a ETA, informó de que ha dado instrucciones a las fuerzas de seguridad para que extremen al máximo la vigilancia, redoblen sus esfuerzos y se protejan.

Tal como dijo, la condena del atentado en el que murieron dos guardias civiles la realizaba «con mucho dolor y mucha rabia», con firmeza y determinación y con la seguridad de que su Gobierno y toda la sociedad española «están con las familias, los amigos y los compañeros de los agentes asesinados», a quienes ha enviado «el abrazo más intenso».

Insistió en que los atentados de Mallorca y de Burgos se producen cuando «la acción decidida» de la Guardia Civil y de la Policía, en colaboración con las fuerzas de seguridad francesas, «desmantela» su organización, identifica a sus militantes y los detiene «cada vez en mayor número». «Y así va a seguir siendo», aseguró.

«Quienes hoy están detenidos y sufren largas condenas de prisión están enseñando el camino que les espera a los autores de estos atentados; no tienen posibilidad alguna de esconderse, no pueden escapar, serán condenados y pasarán su vida en la cárcel», manifestó.

Quiso que su declaración fuera un homenaje a la Guardia Civil y dijo que los dos agentes muertos «han perdido su vida en el cumplimiento su deber».

Zapatero también hizo una especial mención al líder del PP, Mariano Rajoy, a quien él informó personalmente de los detalles del atentado, por el apoyo que ha mostrado al Ejecutivo en la lucha contra ETA.

Reunión de partidos en Madrid

Horas antes de que se produjera la comparecencia de Zapatero, los grupos políticos representados en el Parlamento español, así como los principales sindicatos y asociaciones empresariales, se dieron cita en el Congreso para ratificar su «unidad» y «firmeza» frente a ETA y para mostrar su repulsa a este nuevo atentado, así como al registrado el día anterior en Burgos.

Así se puso de manifiesto en la declaración conjunta firmada por todas las fuerzas con representación parlamentaria, en la que se indicaba que ETA vuelve a «desafiar a la democracia» y se lanzaba una advertencia: «Nunca conseguirán nada, no lograrán sus objetivos, y no doblegarán nuestro empeño de acabar con la banda terrorista ETA».

También en el Parlamento de Gasteiz se aprobó un documento en el que, además de condenar «el brutal atentado» que costó la vida a los dos guardias civiles en Calvià, se mostraba «nuestro cariño, cercanía y solidaridad a sus familiares. También nuestra solidaridad a sus compañeros del Cuerpo de la Guardia Civil y al conjunto de las Fuerzas de Seguridad del Estado».

A estas condenas se sumaron la de la mayoría de formaciones políticas vascas. Por su parte, el lehendakari del Gobierno de Lakua, Patxi López, anunció que suspendía sus vacaciones para acudir hoy a los funerales que se llevarán a cabo en Mallorca. En la nota que colgó en su blog, asumió que los activistas de ETA «son capaces de hacernos daño» y, al mismo tiempo, les advirtió «que se preparen ahora para el más frío invierno de sus días».