GOIKOETXEA 30

LÓPEZ 26

Las numerosas pancartas exigiendo un frontón nuevo en el pueblo fueron el único borrón de la fiesta que vivió ayer la afición zumaiarra en el Jostaldi de Hondarribia. Dos finalistas de la casa, un partido de muchísima calidad, emoción en el marcador y la dosis de polémica que necesita toda final que se precie, el encuentro tuvo de todo. La victoria fue para Goikoetxea, es su séptimo entorchado, pero López tiene razones para estar feliz tras completar un gran campeonato y demostrar que su paisano no está tan lejos.

Aunque con el 25-19 parecía que la final estaba vista para sentencia, una dejada bajo chapa de Goikoetxea y un par de errores de los jueces pusieron un emocionante 25-24 en el marcador. López comenzaba a soñar con el título y su rival parecía descentrado por esas discutibles decisiones. El partido estaba siendo muy duro y las fuerzas estaban muy justitas.

Pero en ese momento, surgió la mejor versión de Iñaki Osa Goikoetxea y con tres espectaculares tantos de rebote adentro sentenció un partido que duró nada más y nada menos que 68 minutos, toda una proeza en la modalidad del mano a mano.

Y es que a pesar de ser zaguero, Imanol López dejó claro una vez más que tanto el saque como el juego de rebote no le son ajenos. Todos los años que pasó reboteando en el viejo Odieta, un frontón que era bastante más corto que los demás, se notan en su juego y ayer incluso se permitió el lujo de meterle algún saque directo a un gran restador como Goikoetxea.

Finalizar el tanto es otro cantar. En eso no hay quien pueda con el campeón y, posiblemente, el mayor acierto a la hora de terminar la jugada fue la clave en el triunfo de Goikoetxea.