Rusia no descarta recurrir a la fuerza para frenar las «provocaciones» de Georgia
Rusia denunció ayer las «provocaciones» de Georgia en el Cáucaso y se reservó el derecho de recurrir a la fuerza para defender a los civiles y a su contingente militar, advirtió el Ministerio ruso de Defensa cuando resta una semana para que se cumpla el primer aniversario del inicio de la guerra que enfrentó a ambos países. Las autoridades de Osetia del Sur acusaron ayer a las fuerzas georgianas de disparar varios obuses de mortero contra su territorio.
GARA |
El Kremlin acusó ayer a Tbilissi de haber efectuado en los últimos días varios disparos de proyectiles de mortero y granadas contra la capital de Osetia del Sur, cuya independencia fue reconocida por Moscú tras la guerra que el pasado mes de agosto enfrentó a Rusia y Georgia. Ante esta situación calificada de «provocación» por Moscú, el Kremlin advirtió ayer a Georgia de que se reserva el derecho de utilizar la fuerza para defender a los civiles y a su contingente militar desplegado en la zona.
Hace casi un año, el 8 de agosto de 2008, la agresión militar de Georgia contra Osetia del Sur para recuperar el control de ese territorio, precedida del lanzamiento de proyectiles de mortero y granadas y de las acusaciones mutuas entre Tbilissi y Tsjinvali, provocó una operación militar de respuesta de Rusia, que concluyó cinco días después de iniciada. Aquella guerra, la primera entre Rusia y una antigua república soviética, enfrentó a la comunidad internacional con Moscú y al término de la misma, el Kremlim reconoció la independencia de Osetia del Sur y Abjasia y selló con ellas alianzas militares.
Ayer, las autoridades surosetas denunciaron que las fuerzas georgianas dispararon dos rondas de mortero contra un puesto de observación militar desde la aldea de Ditsi, en la parte georgiana de la frontera, a pocos kilómetros de Tsjinvali, capital suroseta. El jueves realizaron acusa- ciones similares. Osetia del Sur, extendió entonces sus acusaciones a la UE al denunciar que el ataque georgiano a la capital se había efectuado «desde la zona de responsabilidad de los observadores europeos».
«La pasividad y la actitud tendenciosa de los observadores europeos animan, de hecho, las provocaciones georgianas», aseguró el jueves el líder suroseta, Eduard Kokoiti, quien reclamó a Tbilissi la devolución de otras «antiguas tierras osetas».
Mismo guión
El Ministerio ruso de Defensa señaló ayer en un comunicado que «ha sido bombardeado un puesto de observación de una unidad de la república de Osetia del Sur, lo que es una muestra del carácter provocador de dicha acción». Calificó los hechos de «un intento de las autoridades de Georgia de agravar la situación en la región» y recordó que «los acontecimientos de agosto de 2008 se desarrollaron según el mismo guión, lo que condujo a la agresión de la parte georgiana contra Osetia del Sur y al ataque contra el destacamento de las fuerzas de paz rusas».
Por ello, Defensa expresó su «grave preocupación» ante este tipo de acciones y advirtió de que se reserva «el derecho a utilizar todas las fuerzas y medios disponibles para defender a los ciudadanos de la república de Osetia del Sur y a los soldados rusos» en caso de que «continúen estas provocaciones».
El Ministerio georgiano de Interior negó ayer que se hubieran efectuado disparos desde su territorio y aseguró que la situación en el país es de «absoluta normalidad». Afirmó que Moscú busca «un pretexto para una acción militar contra Georgia», declaró su portavoz, Shota Utiashvili, quien confió en la condena de la comunidad internacional.
Violación del acuerdo de 2008
El jueves, este Ministerio había denunciado que uno de sus puestos de control situado junto a la frontera así como las aldeas de Nikozi y Jviti fue atacadas la noche del miércoles desde ese territorio con morteros, ametralladoras y fusiles automáticos durante una hora. Tbilissi responsabilizó a la parte rusa del incidente en base al argumento de que «Rusia ejerce el control de los territorios georgianos ocupados» y consideró que «supone otra violación por parte de Rusia del acuerdo de alto el fuego del 12 de agosto de 2008».
Los registrados estos días han sido los primeros incidentes armados de importancia entra Georgia y Osetia del Sur desde el conflicto armado del pasado verano. Las tensiones e intercambio de acusaciones entre Rusia y Georgia de preparar «nuevas provocaciones» aumentan a medida de que se acerca el primer aniversario de aquella guerra.
Ante esta situación, Tbilissi señala que el retorno de los observadores internacionales a Osetia del Sur y Abjasia permitiría controlar la situación y establecer los responsables de los posibles incidentes armados para evitar un nuevo conflicto bélico.
Para algunos analistas, Rusia prepara el terreno para una nueva guerra contra Georgia con el objetivo de revertir el Gobierno del Mijail Saakashvili, ya que para Moscú «es inaceptable el actual status quo» en el Cáucaso, donde ha perdido toda influencia. Otros creen que se trata sólo de una «guerra de nervios» en vísperas del aniversario del conflicto armado.
El presidente suroseta, Eduard Kokoiti, ha denunciado que Georgia, gracias a la ayuda de EEUU, Israel y Ucrania, ha logrado restablecer e incrementar su potencial militar y «concentra tropas en la zona de responsabilidad de los observadores europeos», cerca de la frontera suroseta.