Según informaciones publicadas ayer en varios medios de comunicación, cerca de 1.600 agentes de la Policía española y la Guardia Civil están desarrollando las labores de búsqueda para arrestar a los autores del atentado del pasado jueves en Mallorca, que costó la vida a dos guardias civiles. EITB aseguró que mañana se sumarán otros cien agentes más especializados en la lucha contra ETA.

Ayer apenas trascendieron nuevos datos acerca de las investigaciones que están llevando a cabo las FSE, salvo que la Delegación del Gobierno español en Illes Balears confirmó que se mantienen las medidas de seguridad en las vías de acceso y salidas de Mallorca, decretadas el mismo día del atentado, a pesar de que se baraja la posibilidad de que los autores podrían haber salido de la isla antes de que explotara la bomba.

El objetivo sería que ninguna persona abandone la isla sin ser identificada previamente, por lo que los controles siguen siendo «exhaustivos», tanto en el aeropuerto de Son Sant Joan como en el aeródromo de Son Bonet, así como en los puertos comerciales y deportivos de todo el archipiélago.

Este ambiente recibió a los reyes españoles que, como es habitual cada verano, pasan sus vacaciones en el Palacio de Marivent. Nada más arribar a Palma procedente de Madeira, Juan Carlos de Borbón realizó unas declaraciones a los periodistas, ante los que aseguró que estaba «encantado y segurísimo». En alusión a los militantes de ETA, señaló que «hay que darles en la cabeza y continuar hasta acabar con ellos».

«Siempre en guardia»

Las manifestaciones del Jefe del Estado español contrastaron con la advertencia de Rodolfo Ares, consejero de Interior del Gobierno de Lakua, quien confirmó que, tras los últimos atentados de ETA, la Ertzaintza y el resto de Fuerzas de Seguridad del Estado se encuentran «en situación de máxima alerta».

En declaraciones a Radio Euskadi, el consejero de Interior explicó que las últimas acciones de la organización armada vasca han obligado a los responsables policiales a «extremar todas las medidas». Según manifestó, las acciones de Burgos y Mallorca «ponen de manifiesto» que ETA «tiene intención de seguir atentando y sembrando de dolor calles y ciudades». Reconoció que la organización armada «tiene capacidad para hacer mucho daño», pero al mismo tiempo aseguró que «el Estado de derecho es fuerte y logrará ganar esta batalla».

Ares incidió en que la Ertzaintza «trabajará sin descanso», en colaboración la Policía española y la Guardia Civil, «para detener cuanto antes a los autores» de los dos últimos atentados y, además, «estar siempre en guardia» para evitar nuevas acciones. A continuación recalcó que «no hay ninguna posibilidad de retomar un diálogo con ETA, ni de que ETA vaya a lograr algo con estos atentados».

Preocupados por el turismo

El Govern balear, por su parte, volvió a mostrar su preocupación por la repercusión que haya podido generar en el turismo la acción armada del jueves. En un comunicado, admitió que las medidas tomadas por las FSE para poner en marcha la denominada «operación jaula» están afectando especialmente a los hoteles y a los aeropuertos.

«Somos conscientes de que fueron muchos turistas los que tuvieron que sufrir las consecuencias. En este sentido -añadía el comunicado- queremos agradecer la paciencia y la solidaridad de los turistas ante esta situación extrema y pedimos disculpas por los diferentes momentos de confusión vividos en el día de anteayer [por el jueves], en algunos casos por la falta de información ofrecida».

Pese a todo, el Ejecutivo balear también aseguró que «la normalidad se ha reestablecido en la isla» y tanto residentes como turistas disfrutan del entorno y de la oferta turística «con total tranquilidad». A modo de ejemplo, señaló que la Copa del Rey-Audi Mapfre comenzará el lunes, eso sí, «con un minuto de silencio en señal de luto».