Acoso contra la izquierda abertzale
Celaá no pudo acallar las protestas en Azpeitia
Janire ARRONDO | AZPEITIA
Durante el día de ayer, en diversas movilizaciones llevadas a cabo por toda Euskal Herria, miles de personas exigieron la repatriación de los presos políticos vascos y recordaron especialmente a Jon Anza, desaparecido desde hace más de tres meses. En ese contexto, Etxerat realizó ayer una concentración frente a la basílica de Loiola de Azpeitia donde, con motivo de la festividad de San Ignacio, se celebraba la tradicional misa oficiada por el obispo de Donostia, Juan Maria Uriarte.
Alrededor de 200 de familiares y allegados desplegaron pancartas con los lemas «Non da Jon?» y «Euskal presoak Euskal Herrira». Cuando el alcalde de Azpeitia, Julian Eizmendi, acompañado por la lehendakari en funciones Isabel Celaá, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y la presidenta de las Juntas Generales, Rafaela Romero, llegaban a la basílica, fueron recibidos con gritos como «Non dago Jon?», «Euskal presoak Euskal Herrira!» o «Presoak kalera, amnistia osoa!», y con carteles que decían «Elkartasunak ez du etenik izango». Aunque un helicóptero de la Ertzaintza tratara de silenciarlos situándose a baja altura, fue inevitable que los altos cargos escucharan los gritos de los congregados. Cuando ya se disponían a entrar en la basílica, una persona se dirigió a ellos interpelando sobre el paradero de Anza.
Antes de la tradicional procesión, Isabel Celaá llamó a los ayuntamientos a colaborar en «la erradicación de ETA en todos los espacios» y exigió que no haya «ninguna comprensión de la ideología de ETA, ningún amparo ni justificación». Tras comparecer ante la prensa, Celaá, escoltada por agentes antidisturbios, se dirigió al ayuntamiento de Azpeitia, donde fue recibida por el alcalde y el diputado general.
Entre los miembros de la Corporación se encontraban los cinco ediles independentistas ataviados con camisetas donde se podía leer «Non dago Jon?». En el momento del encuentro con la lehendakari en funciones, los concejales de la izquierda abertzale levantaron carteles con estas palabras: «Konponbidea», «Euskal Herria», «Bakea», «Hitza» y «Erabakia». También exhibieron una ikurriña con crespón negro en alusión al fallecido Remi Ayestaran. Varios ertzainas les exigieron retirar esos carteles; ante su negativa, los agentes les apartaron a empujones.
Al mediodía se registró otro altercado cuando se disponían a celebrar el tradicional aurresku en honor a las autoridades. Según informaron a GARA vecinos de Azpeitia, la Ertzaintza trató de detener a un joven que portaba una banderola que exigía la repatriación de los presos. Tras un forcejeo entre manifestantes y agentes, el joven huyó. Las mismas fuentes añadieron que una mujer que se encontraba cerca del lugar podría haber resultado herida tras recibir un empujón por parte de los ertzainas que perseguían al joven.
Después de lo sucedido, la Corporación municipal decidió suspender el resto de actos previstos para el mediodía. Algunos vecinos, además, colgaron una pancarta del balcón del ayuntamiento que también recogía la pregunta «Non dago Jon?».
Mientras Celaá exigía «la erradicación de ETA en todos los espacios», cientos de manifestantes se congregaron en la basílica exigiendo la repatriación de los presos vascos.
Uriarte afirmó que la Iglesia tiene una «misión de elemento catalizador» para lograr la paz y reclamó un «diálogo social y político» entre «todas las sensibilidades» que quieren construir la paz por «vías no violentas».