Un mes permanecerá finalmente cerrado al tráfico rodado el puente de Deustua para acometer la reparación de la unión entre las partes fijas y móviles del emblemático viaducto por el que durante siete décadas han transitado decenas de miles de vehículos. El concejal de Obras y Servicios del Consistorio bilbaino, José Luis Sabas, destacó ayer la «importancia» de adelantar un trabajo «tan complicado» como la renovación del puente, y mostró su agradecimiento a los trabajadores y a los ciudadanos «que han tenido que soportar el ruido y las molestias». «La gente de Bilbao somos gente muy sufrida», bromeó.

La apertura al tráfico de vehículos se hará una semana antes de lo previsto, al haberse realizado ya los trabajos más «urgentes» de reparación de la infraestructura de la calzada, que se han centrado en la reconstrucción de los tacones y testeros metálicos de la junta de culata, además de la reparación integral del pavimento.

Según explicó el director de obra, Francisco Beltrán, el grado de oxidación de la junta de culata era «muy avanzado», y la estructura de hormigón también se encontraba «bastante deteriorada». «Retirar las piezas metálicas de hace 30 años ha sido una tarea complicada que ha requerido muchas horas de trabajo y una gran coordinación de todos los trabajadores», explicó Beltrán.

Por otro lado, Beltrán indicó que el nuevo pavimento de la calzada tendrá una durabilidad de «unos veinte años aproximadamente». «Nuestra obsesión es mejorar todo lo posible la impermeabilización del puente», añadió.

Por otra parte, próximamente se procederá a la reparación de la estructura y del pavimento de las aceras del puente, así como la sustitución de las barandillas, que actualmente se encuentran «en proceso de fa- bricación», según indicó José Luis Sabas.

Esta actuación, que se prevé se prolongará hasta diciembre, supondrá alternar cortes en las aceras del puente, «si bien siempre quedará libre algún paso para garantizar el acceso peatonal en todo momento». Una vez terminada esta fase, se renovará la instalación eléctrica.

Las obras de renovación del puente arrancaron en junio, «aprovechando el descenso de usuarios durante la época estival». Según explicaron fuentes municipales, las patologías detectadas están relacionadas con la edad y con la exposición del puente a un ambiente marino, «muy agresivo para las estructuras de este tipo».

Fue el 7 de julio cuando se cerró al tráfico el puente de Deustua, por el que habitualmente circulan 34.000 vehículos a diario, obligando al cambio de rutas y paradas a quince líneas de autobús -cuatro de Bilbobus y once de Bizkaibus-. Además, del 22 al 28 de julio se llegó a impedir el paso de peatones, ocasionando molestias a bilbainos y a turistas que visitaron esas jornadas la capital vizcaina y que debieron buscar alternativas.