El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y el diputado de Infraestructuras Viarias, Eneko Goia, asistieron ayer al cale del túnel de Zorroaga, que permitirá «superar el principal obstáculo físico» para la penetración de la autovía del Urumea en el centro de Donostia y supondrá «una revolución» en el sistema de accesos a la capital, según afirmaron.

Goia destacó que este túnel, de 560 metros de longitud y perteneciente al tramo Martutene-Amara de la citada autovía, «mejorará el sistema de accesos» a Donostia al tiempo que el responsable de Infraestructuras Viarias destacó la «dificultad» que ha supuesto su perforación, debido a que va en paralelo a un túnel de Renfe, bajo viviendas y está junto a un paso elevado de EuskoTren y al río Urumea, «condiciones geológicas enrevesadas».

Además, indicó que el tramo Martutene-Amara, con 1.400 metros de longitud, discurre hacia el sur paralelo a las vías de Renfe hasta alcanzar la glorieta de Martutene del tramo Martutene-Hernani, ya en servicio, de la autovía del Urumea.

El túnel de Zorroaga, la estructura más destacada de esta vía, se ha realizado mediante cimentación profunda sobre casi 6 kilómetros de pilotes de 1,2 metros de diámetro y una profundidad máxima de 40 metros. Eneko Goia recordó que junto a este tramo quedan pendientes para la finalización de la autovía, de 12 kilómetros y con un coste de 180 millones de euros, la variante de Urnieta -que entrará en servicio el próximo mes de setiembre- la variante de Loiola y la de Andoain.