CCOO de Euskadi denunció ayer la muerte de Carmen Saizar, de 80 años, en la madrugada del miércoles a causa de un mesotelioma pleural originado por haber estado en contacto con el amianto en la década de los 60 en un aserradero de Lezo.

Jesús Uzkudun, responsable de Salud Laboral de CCOO de Euskadi, explicó que Osakidetza reconoció que sufría una enfermedad profesional por su contacto con el amianto. Señaló que Carmen Saizar trabajó durante varios años en el Aserradero de Lezo, donde había hornos recubiertos de amianto para secar la madera y su contacto con ellos «fue lo que le causó un mesotelioma de pleura».

La ex trabajadora, según dijo Uzkudun, se puso en contacto el pasado año con esa central sindical, para tramitar la incapacidad a fin de lograr que Osakidetza emitiera «un informe en el que reconocía que sufría una enfermedad profesional»» y poco después obtuvo la incapacidad laboral absoluta «debido a su enfermedad profesional».

Según los datos de la Asociación de víctimas del Amianto de Euskadi, sólo en Gipuzkoa fallecieron el año pasado diez ex trabajadores por haber contraído cáncer al haber estado en contacto con este producto.

En este sentido, Uzkudun destacó que el fallecimiento de Carmen Saizar amplía la larga lista de víctimas del amianto.

El mineral cancerígeno se utilizó en los procesos productivos de las empresas vascas, a pesar de que se conocía su efecto maligno desde el siglo pasado. Todavía existe amianto en muchos centros de trabajo y la OIT estima que cada año fallecen en el mundo por patologías cancerígenas derivadas del contacto con el amianto. En Hego Euskal Herria están aflorando los casos.