Liberación de dos periodistas estadounidenses
Ovación global a Clinton por negociar con Corea del Norte
El presidente estadounidense, Barack Obama, celebró la negociación con el líder norcoreano, Kim Jong-il, incluido por Estados Unidos en el «eje del mal» y en el ojo del huracán por las pruebas nucleares y el lanzamiento de misiles de corto alcance. Aunque la Casa Blanca ha intentado presentar el viaje de Bill Clinton a Corea del Norte como un asunto privado, analistas ven esta visita, con fotografía oficial, una posibilidad para retomar el diálogo entre ambos países.
GARA | WASHINGTON
La comunidad internacional, con el presidente estadounidense, Barack Obama, a la cabeza, saludó la negociación del ex mandatario Bill Clinton con el líder norcoreano, Kim Jong-il, que derivó en la excarcelación de las periodistas Laura Ling y Euna Lee, condenadas a 12 años de trabajos forzados por entrar ilegalmente en Corea y realizar «actos hostiles».
Obama, que habló con los familiares de las jóvenes, se mostró «encantado y extraordinariamente aliviado» por su puesta en libertad y agradeció a Clinton y Al Gore, ex vicepresidente y promotor de la cadena de televisión Current TV donde trabajaban, su «esfuerzo humanitario y trabajo sin descanso para alcanzar un resultado positivo». «Es un motivo de alegría no sólo para sus familias sino para todo el país», declaró.
Según la agencia estatal norcoreana KCNA, Kim decidió perdonar a las reporteras después de que Clinton «expresara palabras de sincera disculpa por sus actos hostiles». Éste le hizo llegar un mensaje verbal de Obama en el que le transmitía «su profundo agradecimiento y reflejaba sus puntos de vista sobre la mejora de las relaciones entre ambos países». La Casa Blanca, que presentó el viaje como «una misión personal», negó la existencia de tal mensaje y que Clinton pidiera disculpas.
Las felicitaciones también llegaron de China, aliado de Corea del Norte, de Japón y del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que «apreció la decisión» de las autoridades norcoreanas. El ministro portavoz del Gobierno nipón, Takeo Kawamura, dijo, por ejemplo, que «espera que el progreso de las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte o el de las conversaciones a seis bandas ayude a impulsar varias cuestiones en juego», como la suerte de ciudadanos japoneses detenidos en los años 70 y 80 «para poder normalizar las relaciones diplomáticas».
Más allá de la resolución del caso, sobresale la puesta en escena, con posado oficial incluido, tanto por el momento en que se produce como por las escasas apariciones públicas de Kim. De hecho, sus prolongadas ausencias dispararon todo tipo de rumores sobre su estado de salud y el posible traspaso de poderes a uno de sus hijos.
Responsables surcoreanos y estadounidenses sostienen que hace un año sufrió un ataque cerebral.
Para Cheong Seong-chang, investigador del instituto Sejong, esto demuestra que Kim, de 67 años, «siempre ha mantenido las riendas del poder pese a los problemas de salud».
Tras el endurecimiento de las sanciones por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el aislamiento internacional, Pyongyang «puede pensar que es hora de reanudar el diálogo. Y la visita de Clinton se produce en el momento adecuado. Quizás las dos partes han acordado que es hora de aliviar tensiones», consideró Cheong.
Koh Yuh-wan, profesor de la universidad de Dongguk de Seúl, subrayó que el encuentro entre Clinton y Kim «es positivo tanto para Washington como para Pyongyang». «Corea del Norte, haciendo gala de su habitual propaganda política, mejorará su imagen, mientras que Kim fortalecerá su legitimidad e influencia», manifestó.
Aunque no auguró «cambios radicales» en las relaciones, incidió en que Pyongyang -que se retiró de la mesa negociadora conformada por las dos Coreas, China, Japón, Rusia y EEUU- «podrá ahora tender una rama de olivo», y entablar un diálogo privilegiado con Washington.
A este respecto, el diario surcoreano «Chosun Ilbo» sostuvo que «el inicio de las negociaciones bilaterales es cuestión de tiempo, si bien, no serán inminentes». Advirtió de que cualquier paso debe contar con Seúl. «Nadie puede negar que es parte implicada. Cualquier decisión tomada en su ausencia será nula de pleno derecho», resaltó.
Las dos Coreas siguen en estado de guerra tras el sangriento conflicto que las enfrentó entre 1950 y 1953. Las relaciones, con muchos altibajos, empeoraron con la llegada a la presidencia surcoreana de Lee Myung-bak, que defiende una «línea dura».
Hillary Clinton, cuyas declaraciones provocaron a finales de julio un conflicto diplomático con Corea del Norte, afirmó que «el futuro de nuestra relación con los norcoreanos depende de ellos, que deben elegir».
La tensión entre Corea del Norte y la comunidad internacional aumentó a raíz del ensayo nuclear del 25 de mayo y del lanzamiento de misiles de corto alcance, lo que se tradujo en más sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El opositor Partido Democrático pidió al Gobierno que modifique su política de línea dura con Pyongyang y medie para liberar a un trabajador surcoreano detenido en Corea del Norte desde marzo.
Una cena de dos horas con el líder norcoreano, Kim Jong-il, puso fin a cuatro meses de intensas gestiones para lograr la ansiada foto de las periodistas llegando a California.
Las periodistas Laura Ling, de 32 años, y Euna Lee, de 36, llegaron ayer al aeropuerto Bob Hope de California acompañadas por el ex presidente estadounidense Bill Clinton. El reencuentro con sus familiares fue retransmitido en directo por las cámaras de televisión. Entre las personalidades que les aguardaban estaba el ex vicepresidente Al Gore.
Nada más descender de las escalinatas, Euna corrió a abrazar a su marido y a su hija de cuatro años.
En una comparecencia realizada en uno de los hangares del aeropuerto, habilitado como sala de prensa para unos 200 periodistas y medios gráficos, afirmaron que cuando vieron a Clinton supieron que «la pesadilla llegaba a su fin». «Temíamos que nos enviaran a un campo de trabajo. Pero, sin más aviso nos llevaron a un sitio para una reunión y cuando se abrió la puerta allí vimos a Clinton. Quedamos conmovidas y supe que la pesadilla de nuestras vidas -que ha durado 140 días- llegaba a su fin. Ahora estamos de vuelta en casa y libres», manifestó una emocionada Ling. Agradeció la labor de mediación al presidente, Barack Obama, a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y también mostró su «gratitud al Gobierno de Corea del Norte por la amnistía concedida». «Agradecemos a nuestra familias, amigos, colegas y a todos estos desconocidos, que con la bondad de su corazón, nos enviaron tanto amor, pensamientos positivos y energía», añadió.
Ling -que ha cubierto conflictos como el de Sri Lanka y Myanmar- y Euna fueron detenidas el 17 de marzo cuando ingresaron sin permiso en Corea del Norte para hacer un reportaje sobre el tráfico de mujeres.
En días previos al juicio celebrado en junio, la hermana de Ling, Lisa -ella también periodista- subrayó que las dos jóvenes estaban en medio de una confrontación nuclear y que era necesario hacerse oír. Con ese fin, crearon una página web -lauraandeuna.com-, y otra en Twitter. Eso sí, pidieron a los internautas que cuidaran su vocabulario. GARA