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QUINCENA MUSICAL

Las hermanas Labèque presentan un «Bolero» de Ravel con txalaparta

El dúo pianístico formado por las hermanas Katia y Marielle Labèque regresa hoy a Donostia y a la Quincena Musical con un programa que gira en torno a la música de Isaac Albéniz y Maurice Ravel. Además de «Iberia», obra que estructura parte de la programación de la presente Quincena, las labortanas presentarán en Donostia una esperada versión del conocido «Bolero» de Ravel a ritmo de txalaparta, tocada por músicos tradicionales vascos.

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Mikel CHAMIZO

Las pizpiretas hermanas Katia y Marielle Labèque se presentan a sí mismas como «dos pianistas inconformistas imposibles de encasillar», con un repertorio que «esconde ciertas contradicciones y hasta sorpresas». Sus interpretaciones abarcan una amalgama de los más diversos estilos musicales y las Labèque tienden a cambiar de piezas de Bach, Brahms, Liszt, Mozart, Stravinsky, Bernstein, Takemitsu y Lutoslawski, a piezas de jóvenes compositores contemporáneos como Thomas Adés o Joan Albert Amargós. De hecho, el que es probablemente el dúo pianístico más famoso del mundo, dio su salto a la palestra internacional hace veinte años gracias a una grabación de la «Rapshody in Blue» y otras músicas de George Gershwin, que vendió medio millón de discos y que la revista Gramophone -referente absoluto en cuanto a crítica discográfica- saludó con verdadero entusiasmo, alabando «el ritmo embriagador de las interpretaciones».

Pero los inicios de las hermanas Labèque como dúo pianístico no fueron tan previsibles como uno espera. Efectivamente, su madre, que había estudiado con la mítica pianista Marguerite Long, intentó que Katia y Marielle tocaran juntas cuando éstas no tenían más que ocho y seis años, pero el experimento fracasó rápidamente cuando las pequeñas se pusieron a pelear por ver quién había de controlar los pedales. Así que cada una de ellas emprendió sus propios estudios de piano en el Conservatorio de París, formando el dúo sólo tras su graduación y con el espaldarazo de Olivier Messiaen, profesor en el Conservatorio, quien las animó a grabar en disco sus «Visions de l'amen». Tras su salto a la fama, las hermanas, y en especial Katia, empezaron a curiosear por todos los estilos musicales, desde el jazz hasta el pop y el post-rock, lo que les ha llevado a trabajar junto a Sting y a Madonna, quien, según Katia, adora su forma de tocar a Satie y Ravel. Ha sido esta actitud tan ecléctica de las Labèque la que les ha granjeado muchos fans en su carrera y les ha acercado a los jóvenes. Además, conscientes de los tiempos en que vivimos, han estado siempre extraordinariamente atentas a las tendencias de la moda, cuidando en extremo su imagen. Hasta se hacen bromas al respecto de su pasión por la moda. Hace menos de un mes, Igor Toronyi-Lalic publicaba un reportaje sobre las Labèque en el rotativo londinense «The Times», que comenzaba con las siguientes palabras: «En un hotel en Amsterdam, las hermanas Labèque, el mejor y más chic dúo pianístico del mundo, quiere hablar sobre zapatos», y explica cómo Katia planeaba eclipsar las sandalias verdes de su colega pianista Stephen Hough con unos botines rojos de Louboutin en el concierto de aquella tarde.

«Bolero» a ritmo de txalaparta

Si las hermanas Labèque querían hacerse notar en su llegada a la Quincena Musical, sin duda lo han conseguido anunciando algo tan estrambótico como un «Bolero» de Ravel a ritmo de txalaparta. En realidad, la información está un poco manipulada, porque la txalaparta es solamente uno más de los instrumentos que se emplean en la adaptación para dos pianos y percusión del «Bolero» que ya está incluída en su disco dedicado a Ravel, que recibió críticas estupendas de la prensa especializada e incluso el premio al «Disco del año» del Chicago Tribune.

Antes del «Bolero», las Labèque tocarán unos fragmentos de la «Suite Iberia» de Albéniz, obra magna de la literatura para piano que se podrá escuchar numerosas veces en la presente edición de Quincena. El arreglo para dos pianos corre a cargo de un colaborador habitual de las Labèque, el compositor catalán Joan Albert Amargós. Tras Albéniz, interpretarán las dos obras de Ravel, la «Rapsodia española» y el ya mentado «Bolero».

El programa está íntimamente vinculado al lugar de origen de las pianistas, Lapurdi, ya que Maurice Ravel era natural de Ziburu y Albéniz falleció en la localidad de Kanbo hace un siglo. Además, y según la Quincena Musical, «el firme propósito de enraizar este concierto con la cultura vasca ha llevado a las hermanas Labèque a dar un paso audaz e interpretarán el famoso «Bolero» de Ravel junto a percusionistas tradicionales vascos», en vez de intérpretes de corte clásico. Los tres percusionistas que esta tarde desvelarán a la audiencia del Victoria Eugenia el ya casi legendario «Bolero» de Ravel con txalaparta, son Thierry Biscary, Paxkal Indo y Fred Chambon.

 

Prosigue el Ciclo de Música Antigua de Santa Teresa

Ayer comenzó, con el recital del violagambista Jordi Savall y el percusionista Pedro Estevan, el Ciclo de Música Antigua de la Quincena Musical, que es también uno de los de personalidad más definida dentro de los muchos que acoge el Festival, con un público más joven y abierto a propuestas innovadoras. Al recital de ayer -que bajo el epígrafe «La Lira de Hesperia» reunió músicas del siglo XII al XV de origen oriental, de tradición safardí, de Afganistán, de Irán, de Argelia y de tradición occidental- le seguirá hoy la actuación del Currende Consort & Concerto, el prestigioso conjunto vocal que dirige Erik van Nevel, que intentará transmitir al público prensente en el Convento de Santa Teresa «la belleza y simplicidad de la polifonía inglesa a través de obras maestras de Purcell, Croft y Blow», de quienes han seleccionado las lamentaciones y aleluyas más representativos.

Tras el breve parón del fin de semana, la música antigua volverá el lunes con la actuación de Nicolau de Figueiredo, clavecinista que ha tocado con los más destacados grupos historicistas en los últimos años y del que siempre se ha destacado su arrebatadoramente original forma de interpretar la música barroca. En su recital, el brasileño aprovecha para homenajear a dos compositores capitales presentes en las efemérides de este 2009, Haydn y Haendel, además de incluir el popular «Concerto italiano» de Bach. Un día más tarde, el 11, le llegará el turno a uno de los guitarristas/laudistas más geniales del momento, Hopkinson Smith. El británico no es solamente un intérprete de referencia en el repertorio antiguo para cuerda pulsada, sino que es también la mar de gracioso. Sus explicaciones y sus expresiones suponen un valor añadido al concierto en forma de carcajada. En programa, además de Gaultier, Bach y Weiss, irá un surtido de pavanas, folias y otras danzas de Gaspar Sanz, autor del que Smith es un consumado maestro.

Si la Quincena Musical comenzó el pasado martes con un «Carmina Burana» del siglo XXI a cargo de las tecnológicas mentes de la Fura dels Baus, el Ciclo de Música Antigua finalizará el próximo miércoles con una aproximación a los «Carmina Burana» originales que escribió un abad anónimo en el siglo XIII. Esta colección de cantos goliardos redactados en latín y dialectos antiguos del alemán y francés serán reinterpretados por las voces italianas del conjunto vocal La Reverdie. M.C.

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