Los admiradores de los Beatles atravesaron ayer la calle londinense Abbey Road, justo cuatro décadas después de que el fotógrafo Iain McMillan tomara una de las imágenes más conocidas de la historia del pop, y entonaron canciones de «los cuatro faculosos de Liverpool».

«Es una escena que recuerda todo el mundo. Y la gente viene de todas partes del mundo para atravesar este cruce, siguiendo los pasos de los Beatles», señaló Richard Porter, organizador del acto y dueño de una cercana cafetería que lleva el nombre de la banda.

Entre la multitud que se congregó ante el paso de cebra, también se encontraba Tony Bramwell, ex gerente de los viajes por carretera del grupo. «Aparte de Paul (McCartney) y Ringo (Starr), soy la única persona que sobrevive de los que estuvieron aquí aquel día», comentó Bramwell. Pese a «las revoluciones y géneros musicales de los últimos cuarenta años», subrayó que «los Beatles son todavía los número uno».

Además, una banda de tributo a los Beatles, los Sgt Pepper's Only Dart Board Band, participaron en la celebración, a la que llegaron en una réplica del Rolls-Royce de John Lennon, y ofrecieron un concierto en el West End londinense.

La imagen

La célebre foto muestra a John Lennon, Ringo Starr, Paul McCartney y George Harrison cruzando en fila india el famoso paso de cebra, en una luminosa calle donde resalta un vehículo, un Volkswagen Escarabajo de color blanco, aparcado a la izquierda.

En la imagen, fruto de una sesión en la que el fotógrafo McMillan sólo tomó seis fotos, resulta llamativo que Paul McCartney aparece descalzo y sin marcar el mismo paso que sus compañeros. Según una teoría bastanta extendida, la escena representaría una procesión fúnebre en la que McCartney (de traje negro) sería el muerto, Lennon (de traje blaco) el clérigo, Starr (de traje negro) el agente funerario y Harrison (en camisa y pantalones vaqueros) el enterrador.

«Abbey Road», que contiene títulos clásicos como «Come together» y «Here comes the sun», se publicó el 26 de septiembre de 1969 y, a juicio de la revista musical Rolling Stone, es uno de los catorce mejores discos de todos los tiempos. Además, se erigió en el cuarto álbum más vendido de la década de los sesenta en el Reino Unido.