El pueblo de Arbizu, y en general la ciudadanía de Sakana, quisieron ayer mostrar su respaldo y solidaridad hacia el ex prisionero político y militante de la izquierda abertzale Alain Berastegi, a quien el pasado 17 de julio supuestos miembros de las FSE mantuvieron secuestrado durante siete horas en un bosque cercano a la localidad de Irunberri. En una manifestación convocada por el propio Ayuntamiento, cerca de medio millar de personas recorrieron las calles de Arbizu bajo el lema «Errepresioari stop! Gerra zikinarik ez!» y coreando consignas contra la represión y las FSE.

Se adhirieron a la manifestación 41 ediles de la izquierda abertzale de Sakana, los alcaldes de Arbizu, Arruazu, Lakuntza y Olazti (NaBai), un concejal de Nafarroa Bai de Irurtzun, los sindicatos ELA y LAB, así como las diferentes Gazte Asanbladas del valle y numerosos colectivos populares. Todos ellos quisieron sumarse a la denuncia de lo que consideraron «un nuevo caso de la guerra sucia del siglo XXI». El propio Berastegi estuvo presente en la marcha.

Bajo la estrecha vigilancia de varias dotaciones de la Guardia Civil, que se apostaron en diferentes puntos del recorrido a lo largo de toda la manifestación, los allí congregados recorrieron las calles de Arbizu por espacio de cuarenta minutos, tras lo que tomó la palabra el alcalde independentista, Josu Miren Mendinueta.

Antes que nada, el primer edil pidió a los presentes un fuerte aplauso para Berastegi, a lo que los vecinos respondieron con una cerrada y emotiva ovación. Asimismo, Mendinueta dio cuenta de la moción aprobada recientemente por el pleno arbizuarra, en la que además de denunciar el secuestro y torturas que padeció el militante abertzale se comprometió a presentarse como acusación particular en la denuncia que Berastegi ha interpuesto en el Juzgado de Iruñea por esos hechos.

Además, el Consistorio pedirá también, a través de su alcalde, la comparecencia en el Parlamento de Nafarroa para «exigir responsabilidades» por el secuestro del joven.

Recuerdo a Jon Anza

A continuación tomó la palabra una representante del movimiento pro-amnistía, quien denunció que este nuevo caso de acoso contra ciudadanos vascos demuestra «la clara apuesta de los estados español y francés por la represión». Equiparó además lo ocurrido a Berastegi con el secuestro que sufrió el vecino de Santutxu Lander Fernández el pasado mayo o la desaparición de Jon Anza el 18 de abril tras tomar un tren desde Baiona con destino a Toulouse.

A su juicio, estos casos se enmarcan dentro de en nuvo rebrote de la «guerra sucia» y del «terrorismo de Estado».