Los últimos atentados son una muestra clara de que los políticos no están siendo inteligentes y no les interesa terminar con la violencia ni con el conflicto en Euskal Herria. Lo explico de manera simple y sencilla.

Si eres madre o padre de hijos que discuten y pelean, investigas la causa y tratas de solucionar el problema con justicia para que no continúe la discusión y garantizar que, a pesar de sus diferencias, puedan entenderse. Si eres un profesor y hay discordia entre tus alumnos, reúnes al grupo y analizan y discuten el problema, se intenta solucionar la diferencia de una manera justa que garantice que el grupo sigue siendo un grupo de estudiantes dispuestos a aprender. Si eres directivo de una empresa y observas conflictos internos y de organización, te reúnes con los responsables, con los trabajadores y con los sindicatos. Si es necesario realizas cursos de formación profesional o técnica, de organización empresarial. Haces un pequeño sacrificio de gasto en el tiempo y la economía con tal de garantizar que solucionarás problemas de una manera justa y que tu empresa sigue funcionando productiva y eficazmente.

Esa misma filosofía debería existir a la hora de intentar resolver un conflicto social y sobre todo político, ya que las mayores diferencias y motivos de dicho conflicto se encuentran entre los propios políticos, incapaces de buscar y encontrar soluciones inteligentes y, sobre todo, justas, al intentar por todos los medios reunir a todas las partes encontradas, escuchar a unos y a otros y sobre todo que unos y otros se escuchen sin tanta trampa de psicología política barata que acrecienta odios y resentimientos.

No son los políticos quienes deben determinar cómo resolver el conflicto, no tienen el derecho moral ni la confianza de todo un pueblo, porque no lo han sabido hacer desde un principio y porque, sobre todo, son ellos la causa principal de que haya violencia y motivos más que suficientes para que todas las partes estén encontradas en un conflicto que no tiene razón de ser, porque en ningún momento están actuando con inteligencia y justicia.

Debe ser el pueblo vasco quien determine de qué manera quiere resolver su conflicto, y aquí no podemos engañarnos, porque la mayoría de los vascos, sean de izquierdas o de derechas, quieren la independencia, se decantan por la autodeterminación y la soberanía, la mayoría quiere terminar el conflicto y vivir en paz, quiere que se respete su derecho a decidir, y aquí hago una importante observación: la mayoría de los votantes que han dado su voto al PSOE y al PP son personas que han venido del Estado español a lo largo de todos estos años, por tanto no tenemos la voz ni el voto del 100% de gente autóctona, y mucho menos tenemos la representación y participación política de todos los vascos y vascas debido a las nefastas medidas y represalias político-carcelarias de estos últimos años, ilegalizando partidos y encarcelando a líderes políticos. El pueblo vasco es quien debe decidir su futuro político y los políticos deben admitir y respetar esta decisión. «Si no solucionas, no interfieras ni perjudiques...».