Son recomendables los reportajes y documentales sobre la naturaleza salvaje? La otra madrugada, tras ver a miembros de la especie humana enfrascados en labores depredadoras de su intimidad y mismidad, llegaron por causas ajenas a la voluntad del mando a distancia unos documentales de National Geographic que reunían pasajes entre graciosos y horripilantes de la conducta de mamíferos, reptiles, aves o peces. Las conclusiones es que la lucha entre las especies es como la lucha de clases que los que pueden ostentar el poder consideran que no existen y los que sufren el poder asienten por simple desconocimiento.

Es obvio que queda gracioso ver a una gaviota lanzar desde el aire hacia un suelo duro unos caracoles para poderse comer su interior, o que te convenzan de los sentimientos que experimentan los elefantes o de las capacidad de enamoramiento de las cebras, pero a la vez se ve como se comen unos a otros con una delectación, energía, saña y contundencia que a uno le asaltan las dudas. ¿Dejaría ver las maneras en las que una serpiente del desierto se papea a una iguana con engaños, fuerza y terror incluidos a los niños y niñas?

Claro, probablemente comparados estos actos de supervivencia de las especies con la violencia desarrollada por los poderes humanoides para conseguir la exclusiva de la distribución del café, o de cómo se despliegan ejércitos para hacerse con el control de la producción de los hidrocarburos o los estupefacientes. Porque, hablemos claro, los poderes pequeñitos, los gobiernos emblemáticos y nostálgicos o la desesperada búsqueda de un premio literario o un campeonato ciclista no es nada más que una sublimación del nihilismo fruto de la capacidad de desgranar el cerebro primario del secundario, o de que seamos capaces de crearnos neurosis por codificar en diferente rango el sexo y el amor.

Pero es obvio que basándose en que el grande se come al chico sin más componente inteligente, o sea, tomando ciertos documentales como guía, se puede establecer un comportamiento justificativo de cualquier ideología donde se plasme como guía la supremacía de razas, especies o capital. ¿A qué me suena?