TRAS LOS ATENTADOS DE MALLORCA
Rubalcaba no despeja ninguna duda sobre la situación en Mallorca
GARA | MADRID
Dos días después de los nuevos atentados de ETA en Palma, el titular de Interior español compareció al fin ante la prensa en Madrid para intentar lanzar mensajes tranquilizadores, que al final resultaron decididamente ambiguos. Así, en un momento de la rueda de prensa Alfredo Pérez Rubalcaba admitió que la organización armada «tiene capacidad», pero al mismo tiempo aseveró que «la gente puede sentirse seguros». A los turistas extranjeros, en concreteo, les transmitió el mensaje de que «no son objetivo de ETA», en respuesta a la pregunta de una corresponsal extranjera.
Rubalcaba no sólo no aportó dato nuevo alguno, sino que dejó abiertas todas las hipótesis: «Puede ser que [los activistas de ETA] estén en la isla, puede ser que se hayan marchado, como no descartamos que las bombas hayan sido puestas con anterioridad. Cualquiera de las tesis son plausibles». Del mismo modo, ni confirmó ni negó que los artefactos colocados en tres locales de hostelería y una galería comercial fueran colocados antes del atentado mortal de Palmanova del 30 de julio.
De hecho, confirmó que la pista que seguían sobre el robo de una furgoneta en Valencia tras la explosión de esa bomba-lapa se ha desvanecido completamente: «Fue un caso de delincuencia común», confirmó ayer el ministro.
Reveló que los cuatro artefactos del domingo estaban compuestos por una pequeña cantidad de explosivo que en ningún caso llegaba al medio kilo y que el tipo de material empleado por ETA está por determinar. Respecto a si es una mujer la autora de la colocación de las cuatro pequeñas bombas, Rubalcaba tampoco se decantó por ninguna posibilidad y precisó que el artefacto que estalló en la galería comercial situada bajo la Plaza Mayor de Palma estaba colocada en el servicio de caballeros y no en el de mujeres.
Rubalcaba también se mostró ambiguo sobre la cuestión de si los autores de los atentados del domingo son los mismos que mataron a dos guardias civiles el 30 de julio. Primero dio a entender que sí, pero cuando una periodista le preguntó si eso estaba plenamente confirmado y de qué modo, Rubalcaba se corrigió a sí mismo y afirmó que sólo quería decir que ésa es la opción más «razonable».
El objetivo principal de la comparecencia del ministro fue poner de relieve que las tres llamadas recibidas resultaron «incomprensibles», de modo que ni siquiera las FSE pudieron precisar cuántos artefactos se ha- bían colocado. Calificó de correcto el operativo desplegado.
Así las cosas, tampoco descartó que pueda haber más estallidos. Rubalcaba explicó que saben que ETA dispone de temporizadores que pueden permitirle diferir las explosiones durante mucho tiempo.
El ministro dijo que la llamada a Radio Taxi Donostia se hizo desde una cabina «entre Burdeos y Limoges». Y que la llamada recibida en Andalucía recayó en un ciudadano -algunos medios hablaban de «un cargo»- y creen que fue un error de marcación.
Pese a no preguntársele por la alusión del comunicado de ETA a que Rubalcaba quería víctimas civiles en Burgos, el ministro deslizó una especie de respuesta: «Sigo pensando que eso fue obra de un enloquecido, pudieron morir decenas de personas».
Iñigo Urkullu, presidente del PNV, respaldó ayer los mensajes de PSOE y PP destinados a negar cualquier credibilidad a posibles movimientos de la izquierda abertzale. En cualquier caso, matizó que las elucubraciones que están apareciendo en prensa -en sintonía con los mensajes de los gobiernos de Lakua y Madrid- son sólo «una hipótesis» y precisó que el PNV «no está enfrascado en ese debate».
«Entendemos que, si como hipótesis es plausible, se repite una manera de actuar de ETA de hacer parones en su actividad violenta terrorista para intentar poner el cebo del ejercicio de la política a aquellos que, ante los atentados de ETA, callan o no los condenan, y hacen o pretenden hacer política con la tutela de ETA. Es una de las hipótesis con la que hay que jugar siempre», añadió Urkullu.
Sobre el fondo de la cuestión, opinó que si alguien como Arnaldo Otegi realizase una declaración similar a la de Anoeta de apuesta por las vías políticas, su partido respondería que «mientras Batasuna no tenga un posicionamiento claro contra ETA, no es creíble por la experiencia».
«Creímos en la posibilidad de que Batasuna tuviese su autonomía de acción política con su declaración de Anoeta en el año 2004, abordamos un proceso llamado de paz en 2006-2007, y vimos cómo Batasuna no podía hacer política mientras ETA siguiera autoerigiéndose en una organización pretendidamente político-militar», apuntó Urkullu. Por ello, subrayó que «cualquier planteamiento de Arnaldo Otegi o de cualquier portavoz de esa autodenominada izquierda abertzale, si no va acompañada de una condena de ETA, es claro que no es creíble». Como se recordará, la pasada semana Alfredo Pérez Rubalcaba afirmó que no contemplan legalizar a la izquierda abertzale ni siquiera en el supuesto de esa hipotética condena.
«Batasuna tiene el contador a cero y, para poder hacer política, tiene que saber vivir sin la tutela y, además, rechazar cualquier método violento y proclamar su apuesta exclusivamente por vías políticas», aseguró Iñigo Urkullu.
Junto a todo ello, aseveró que durante toda su trayectoria ETA ha tenido como objetivo a la formación jelkide. «Nació con una pretensión inicial de suplantar al PNV, se echó en brazos también de reivindicaciones revolucionarias en la década de los 70, para convertirse últimamente, en los últimos años ya, en una organización única y exclusivamente terrorista». «La sociedad vasca tiene una tragedia nacional que se llama sólo ETA. Y sabemos que el PNV es el objetivo político de ETA y de todo ese mundo», añadió.
