El primer ministro ruso, Vladimir Putin llegó ayer a Abjasia en la primer visita de un responsable ruso de alto nivel después de que Moscú reconociera como su independencia y la de Osetia del Sur tras la guerra ruso-georgiana del pasado verano. Antes de partir hacia Sujumi, donde se reunió con el presidente abjasio, Sergei Bagapsh, Putin anunció que destinará entre 15.000 y 16.000 millones de rublos (más de 300 millones de euros) a reforzar la seguridad en la frontera abjasio-georgiana en 2010, en virtud de los los tratados de cooperación militar firmados en noviembre.

Durante su visita a este territorio, que Tbilissi calificó de «provocación», el primer ministro ruso desafió a Georgia al asegurar que «Rusia brinda y brindará un apoyo económico y político sistemático a Abjasia; y si fuera necesario le daría apoyo un militar», y advirtió de que los observadores internacionales sólo podrán patrullar por la zona si sus organizaciones (ONU, OSCE...) reconocen la independencia del territorio.

Según informó el ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, Rusia tiene desplegados 3.636 militares en Abjasia y a Osetia del Sur y descartó que vaya a aumentar su contingente en Georgia.

En una entrevista concedida a la prensa abjasia, Putin comunicó que Rusia y Abjasia preparan «un paquete de documentos sobre las esferas de desarrollo económico y social, así como sobre seguridad y protección de fronteras», y afirmó que «estos asuntos serán el centro de las conversaciones con los dirigentes abjasios».

La respuesta de Georgia a esta visita, que se produce en un momento de fuerte tensión entre Moscú y Tbilissi, agravada por la conmemoración esta semana de la guerra que les enfrentó hace un año en Osetia del Sur. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Georgia señaló en un comunicado que es «otra provocación llevada a cabo de acuerdo con la tradición de los servicios especiales soviéticos». También manifestó su «profundo rechazo de un nuevo intento de desestabilizar la situación e incrementar la tensión».

Por su parte, Vladimir Putin expresó que las autoridades georgianas deberían haber mostrado «más respeto» hacia Abjasia y Osetia del Sur y que deberían haber «reconocido sus errores pasados». Añadió que tal y como ha «aconsejado» reiteradas veces al Gobierno georgiano, sólo mediante el respeto será posible «lograr la integridad territorial».