Dictadura
Ahora, en Nafarroa. La incursión policial en bares -negocios privados, no lo olviden- para obligar a retirar las fotos de los presos y procesar a sus propietarios sólo se entiende en una dictadura. Con todas las letras. Criminalizar a quien recuerde a la gente que quiere es tan absurdo como inútil. Lo comprobarán más pronto que tarde. La fuerza de las dictaduras es siempre efímera.
OLASO