La Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), que reúne a organizaciones de Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Chile y Argentina, acusó al Gobierno de Michelle Bachelet de mantener una «sistemática política de criminalización de los pueblos indígenas» y denunció que el joven mapuche Fabián Mendoza Collío, de 24 años, que el miércoles murió al recibir un disparo de la Policía durante del desalojo de la finca San Sebastián, en la ciudad de Angol, fue ejecutado extrajudicialmente.

La muerte del comunero mapuche «no es un hecho aislado ni producto de un enfrentamiento, como ha declarado el Gobierno de Michelle Bachelet», enfatizó la coordinadora.

«Mendoza estaba detenido y desarmado cuando fue asesinado. Este crimen es uno más de los muchos perpetrados por las fuerzas del orden en sus continuas y violentas incursiones a las comunidades mapuche, que desarrollan un legítimo proceso de recuperación territorial», subrayó la CAOI. Señaló que la muerte de Mendoza se produjo «cuando un centenar de comuneros mapuches se manifestaban por la reivindicación y recuperación de tierras ancestrales» y aseguró que hay «un número indeterminado de heridos y decenas de detenidos». Esta situación, añadió, «corrobora que en las regiones mapuche se vive un estado policial implantado por un Gobierno que pretende resolver un problema histórico mediante la represión».

Según el comunicado, el dirigente Adolfo Millabur Ñancul, de la Identidad Territorial Lafkenche, organización integrante de CAOI, afirmó que la muerte de Mendoza «confirma la incapacidad del Gobierno de Chile por dar una verdadera y justa salida a las demandas históricas del pueblo mapuche».

El joven, de 24 años, recibió un balazo disparado por un sargento de Carabineros (policía militarizada) que, según el alto mando de la institución, actuó «en legítima defensa», después de recibir más de 80 perdigones de escopetas disparadas por los ocupantes del predio, y que permanece detenido.

Los exámenes tanatológicos del Servicio Médico Legal, MEndoza Collío recibió el disparo por la espalda. Además, las diligencias que realizó la Policía de Investigaciones (cuerpo civil) donde se produjo el enfrentamiento demostraron que en el lugar no se encontraron restos de descarga de perdigones, según recoge el diario «El Austral» de la Araucanía.