Restaban cinco vueltas para el final de la carrera. El duelo entre las dos Yamahas oficiales estaba en su punto álgido. En el giro anterior, Jorge Lorenzo había conseguido rebasar a Valentino Rossi y colocarse líder. El italiano trató de devolverle la moneda en la misma curva.

El mallorquín se esmeró en cerrar el hueco, pero perdió el control de su moto y se fue al suelo sin opciones de reintegrarse a la prueba. Ahí finalizó el Gran Premio de MotoGP de República Checa y, salvo sorpresa mayúscula, el Mundial de esta temporada. The Doctor cuenta ya con una ventaja de 50 puntos sobre su compañero de equipo.

Más lejos está un Casey Stoner que es baja por enfermedad y un Dani Pedrosa cuya Honda parece estar un peldaño por debajo de la cabalgadura de sus rivales. El catalán fue segundo y sumó 20 sabrosos puntos, pero no estaba nada satisfecho al final de la prueba.

Todo lo contrario que Toni Elías. Con Rossi destacado en cabeza y Pedrosa en tierra de nadie, la emoción de los últimos minutos se centró en la lucha por la tercera plaza. Elías, Dovizioso y Capirossi -sobre todo los dos primeros-, se lanzaban cuchilladas por el último puesto en el cajón. El manresano, que no sabe aún si podrá competir la próxima campaña, aguantó el tipo ante los dos italianos y firmó un podio que puede abrirle alguna puerta.

«Yo ya sabía que iba a ser difícil, porque Jorge había conseguido un ritmo fantástico durante los entrenamientos. Así que he intentado hacer la carrera perfecta, con una gran salida y estando en cabeza empujando como un diablo. Lo estaba haciendo así hasta que a seis vueltas para el final me ha adelantado, y entonces me he dispuesto a luchar y a ofrecer un gran espectáculo», comentó Rossi tras la carrera.

«En la tercera curva se le ha ido de delante. Ha sido una lástima para Jorge, pero es bueno para nosotros, que ahora tenemos 50 puntos de ventaja. Todavía queda un largo camino hasta el final de temporada, pero tenemos una buena ventaja y hay que seguir tirando fuerte», remató el de Tavullia.