El cantante mexicano Carlos Ocaranza, conocido como el Loco Elizalde, pariente del famoso cantante Valentín Elizalde (El Gallo de Oro fue acribillado en 2006 tras un concierto), murió a tiros la madrugada de ayer cuando salía de dar un concierto en un bar de Guadalajara, en el oeste de México. Al parecer, dos sicarios esperaron a Ocaranza, de 32 años, en la calle afuera del bar, y después de dispararle se dieron a la fuga en una motocicleta. El género de música grupera o norteña destaca en las preferencias de capos y sicarios, porque sus narcocorridos narran y elogian las hazañas y amoríos de los personajes relacionados con el tráfico de drogas. Se dice que los capos pagan fuertes sumas de dinero porque les escriban canciones y se calcula que desde 1992 han muerto a manos de los narcotraficantes más de una decena de cantantes de este género. Entre ellos hay casos que conmocionaron a la sociedad mexicana, como los de Valentín Elizalde o el de Sergio Gómez, cantante del grupo K-Paz de la Sierra.