Berlín 2009 Otras finales
Kaniskina ratifica la superioridad rusa en la marcha atlética
La neozelandesa Valerie Vili debió sacar lo mejor de sí para derrotar a la alemana Kleinert en la final de peso. La inglesa Jessica Ennis logró el oro del héptatlon.
GARA | BILBO
No sólo de 100 metros lisos masculinos vive el atletismo. La jornada de ayer tuvo otras tres finales de calidad, entre las que destacó la de los 20 kilómetros marcha femeninos.
Al igual que hiciera en la jornada inaugural Valeriy Borchin, su compatriota Olga Kaniskina ratificaba ayer la superioridad sin paliativos de Rusia en la especialidad de marcha atlética, amén de su condición de «zarina», de auténtica dominadora de los 20 kilómetros sin discusión y oposición alguna.
Y es que Kaniskina, con tan solo 24 años, suma ya dos títulos mundiales y uno olímpico, y lo hace con una superioridad casi insultante para sus rivales, incapaces de plantear oposición.
En el circuito instalado junto a la Puerta de Brandenburgo, la rusa dejó pasar cinco kilómetros sin asomarse por la primera línea del grupo y seis para incrementar el ritmo paulatinamente e irse de manera irremisible hacia un nuevo oro con un tiempo de 1h28:09 y más de cuarenta segundos sobre la segunda clasificada. En pocas palabras: hizo lo que quiso, cuando quiso y como quiso. Dominó la prueba a su voluntad y la sentenció cuando le pareció oportuno. Fin de la película.
Obviamente, lo verdaderamente interesante de la prueba de los 20 kilómetros marcha era ver la consecución del podio. La china Hong Liu y la irlandesa Olive Loughnane, cuarta y séptima en Bejing, respectivamente, jugaron sus bazas y fueron en busca de los metales. Loughnane, con un estilo atípico, parecido por su movimiento de cabeza al de la maratoniana Paula Radcliffe, tuvo más reservas que la china y se escapó de la asiática a falta de dos kilómetros para colgarse la plata.
Calidad en el peso femenino
Dentro del foso de lanzamientos, Valerie Vili, una neozelandesa de 1,93 metros de estatura , ganó la final de peso con 20,44 metros después de contener el ímpetu de la alemana Nadine Kleinert, que regaló a sus paisanos los dos mejores lanzamientos de su vida.
La final no tenía más que una favorita: Valerie Vili, que a sus 24 años atesora el título mundial y el olímpico, y lidera, además, la lista mundial del año con una marca de 20,69 y casi 60 centímetros de ventaja sobre la segunda, la rusa Anna Avdeeva. Al menos hasta ayer.
Llevada por su público en volandas, Nadine Kleinert puso la emoción a la final de peso. Y es que la teutona no sólo fue la primera en rebasar la barrera de los 20 metros, sino que compitió cara a cara con la lanzadora maorí, hasta que ésta hizo su quinto lanzamiento, un prodigio de la naturaleza que llegó hasta los 20,44 metros. Kleinert quiso mantener el pulso -su mejor lanzamiento fue de 20,20 metros, amenazando los 20,25 que ostentaba Vili hasta el citado quinto intento-, pero la tensión y el cansancio pudieron con ella. Sin embargo, el tesón de Kleinert fue lo que obligó a la neozelandesa Vili a sacar lo mejor de su repertorio. La medalla de bronce fue para la china Lijiao Gong, que elevó su marca personal a 19,89.
En la última final de la jornada, y ya con la carrera de los 100 metros lisos asomando por la entrada de la pista, la británica Jessica Ennis se convertía en la heredera de la sueca Carolina Kluft, al recoger el testigo de la nórdica, campeona del mundo de heptatlón en los tres anteriores Mundiales.
Ennis, de 23 años, confirmó la progresión exhibida en su corta carrera para imponerse con un total de 6.731 puntos, nueva marca personal y mejor del mundo esta temporada, por los 6.493 de la alemana Jennifer Oeser, plata protagonizando una remontada en los 800 tras caerse a falta de 420 metros. La polaca Chudzik, que había llegado segunda a esta última carrera, cerró el podio con 6.471 puntos.
El Estadio Olímpico de Berlín vivió una jornada mágica en el segundo día de los mundiales. Los aficionados se entregaron en todas las finales, cosa que los atletas agradecieron con su esfuerzo.
Kenenisa Bekele buscará en la jornada de hoy su cuarto título consecutivo, y la pertiguista rusa Yelena Isinbayeva el tercero.
Campeón olímpico de 5.000 y 10.000 metros, Bekele ha desarrollado una afición desmesurada a los dobletes y hoy, en la distancia larga, se dispone a cubrir la primera mitad. Sus más duros adversarios pueden ser sus compatriotas Gebremariam, Dinkesa y Merga.
En pértiga, Isinbayeva se dispone a colgarse su tercer oro en una campaña al aire libre que no está resultado tan productiva.
El programa contiene otras cuatro finales: la masculina de martillo y las femeninas de triple salto, 3.000 metros obstáculos y 100 metros. GARA