Miembros de algunas comparsas y vecinos de Bilbo convocaron ayer una manifestación para mañana, día grande de Aste Nagusia. La marcha, que se celebrará bajo el lema «Libertad de expresión. Democracia», partirá a las 13.00 desde la Plaza Zabalburu y culminará en la Plaza Circular. Invitaron a participar en ella a toda persona que «esté a favor de la libertad y en contra de la vuelta de regímenes anteriores de pensamiento único y terror».

En la comparecencia realizada frente al Teatro Arriaga, se mostraron «muy preocupados» ante el «cada vez mayor recorte de libertades».

Explicaron que derechos fundamentales como el de reunión y manifestación «se vulneran día a día, también con brutalidad y violencia». «Sólo este mes, decenas de personas han resultado heridas, algunas de gravedad, por querer expresar sus ideas en la calle de forma pacífica», agregaron.

Los vecinos y comparseros censuraron que «la borrachera represiva y autoritaria» del Departamento de Interior y «organizaciones de carácter extremista, satélites de una formación política concreta» ha llegado hasta el punto de ser ellos quienes deciden «qué es legal», junto a los jueces «encerrados en sus despachos a centenares de kilómetros de Euskal Herria».

En este sentido, criticaron que demandas sociales «tan legítimas y arraigadas» como la repatriación de los presos políticos vascos, «asumida incluso por el Parlamento de Gasteiz, las Juntas Generales y la práctica totalidad de municipios vascos», el derecho de reunión y manifestación, la demanda de independencia o la defensa de la ikurriña «han sido prohibidas de facto» por Madrid.

Persecución

Los vecinos y comparseros explicaron que «la persecución» ha llegado hasta «el extremo de la criminalización» de las personas «por su condición de familiares». Afirmaron, además, que ese «linchamiento» ha derivado «en graves amenazas de muerte en el caso de la txupinera».

Ante «tanto atropello», los comparecientes se quejaron del «silencio de muchos de los agentes sociales, políticos y sindicales» de Euskal Herria, «salvo honrosas excepciones, como la del alcalde de Gernika».

Los convocantes concluyeron afirmando que la defensa del derecho fundamental de reunión y manifestación, «así como el derecho a tener nuestras propias ideas, y poder defenderlas en igualdad de condiciones», se convierte en «una necesidad de primer orden».

Este llamamiento a defender la libertad de expresión viene precedido por el veto impuesto por la Audiencia Nacional española y el Departamento de Interior de Lakua a una manifestación convocada bajo el lema «Independentziaren bidean, aldaketa politiko eta soziala» para ese mismo día en la capital vizcaina. El recurso correspondiente emitido ante el TSJPV todavía no tiene respuesta.

Antes de que se anunciara esta convocatoria de vecinos y comparsas, el PSE afirmó que sería «deseable» que «la izquierda abertzale recondujese su postura» y no celebre ninguna manifestación. El PP, por su parte, instó directamente a prohibir la marcha.