La FITIM exige a los gobiernos que reduzcan el creciente empleo precario
La crisis económica se ha trasladado a la economía real y el mercado laboral se está degradando. La Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (FITIM) exige a los gobiernos que reduzcan la precariedad laboral, que «se ha instalado y tiene, en este momento, el peligro de aferrarse para el futuro». La realidad muestra que el paro, la falta de protección social, los bajos salarios y los contratos precarios llevan a los trabajadores a la pobreza.
Juanjo BASTERRA
La Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (FITIM) ha realizado un llamamiento para hacer frente al empleo precario, que es el primero que se ha visto perjudicado por la crisis económica. Durante la semana del 3 al 10 de octubre tendrá lugar una acción contra el trabajo precario. A juicio de esta organización, «la lucha contra el empleo precario y por los derechos de los trabajadores es una prioridad que debe extenderse al mercado laboral de todo el mundo».
En Hego Euskal Herria, la destrucción de empleo durante este último año ha reducido la tasa de temporalidad al 22% de la población activa, pero todavía sigue siendo bastante más elevada que en el conjunto de la Unión Europea, que se encuentra por debajo del 14% en este momento.
La Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas traslada la lucha a los gobiernos, pidiéndoles que garanticen la igualdad de derechos de los trabajadores en situación precaria y refuercen la legislación para impedir que los trabajadores utilicen el empleo precario en lugar de empleo permanente y directo.
Urgencia en la estabilidad
«Con la crisis económica, esta demanda es todavía más urgente, no sólo porque los empleos precarios son los primeros que se han perdido, sino porque hay un verdadero riesgo de que los empleadores se sirvan de la crisis como justificación para sustituir empleos permanentes por empleos precarios», dijo el Secretario General de la FITIM, Jyrki Raina.
Alerta, por otro lado, de que se ha apoyado a quienes precisamente generaron la crisis, pero a los trabajadores se les deja en un segundo plano y, además, no se les garantiza un puesto de trabajo más estable. «Hemos visto a los gobiernos -dijo Raina- apresurarse para proteger el capital proporcionándole fondos de rescate. Pero los gobiernos también tienen que proteger a los trabajadores y asegurar que los empleadores no puedan deshacerse de ellos como una mercancía desechable», precisó. La FITIM reclamará en octubre a los gobiernos que «restrinjan el trabajo temporal» y sólo permitan ese tipo de contrato precario «a los casos de verdadera necesidad». En este caso, la federación internacional solicita que «se garantice, por otro lado, la igualdad de la remuneración de los trabajadores con empleo precario y su derecho a unirse a un sindicato, sobre todo en algunos países en vías de desarrollo donde está restringido».
Como tercera petición, exige que se conviertan los empleos de temporada -fijos discontinuos- de larga duración en empleos permanentes». A juicio de la FITIM «el crecimiento masivo del empleo precario ha tenido consecuencias sociales y económicas negativas para las personas en todas partes, ya que han generado una enorme pobreza tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo».
La precariedad laboral y los bajos salarios en el mundo están poniendo en peligro de subsistencia a muchos trabajadores. La OIT calcula que este año se cerrará entre un 20,1% al 28,2% de la población activa mundial en situación de pobreza debido a la elevada precariedad laboral existente. Esa franja amplia muestra tres tipos de escenarios que van del mejor al peor. De hecho, los datos confirman que entre un 40,1% y un 43,7% de los trabajadores en el mundo en 2008 vivieron con dos dólares diarios de ganancia, pero la crisis económica y el empeoramiento del empleo y las condiciones salariales llevan a la OIT a elevar la merma de ingresos entre los trabajadores, ya que calcula que en 2009 se cierre con hasta un 46,8% de trabajadores por debajo de ese umbral de dos dólares diarios, lo que supondría que 1.400 millones de trabajadores estarían en esa situación crítica. Por eso la OIT también reclama, igual que lo hace la FITIM, un pacto mundial por el empleo en condiciones decentes. «Dedicar una atención prioritaria a la protección y el aumento del empleo por medio de empresas sostenibles y de servicios públicos de calidad, lo mismo que el establecimiento de una protección adecuada» son acciones que «deberían de adecuarse durante 2009 ante los efectos negativos de la crisis».
Lo que está claro es que la crisis afecta también a las economías desarrolladas, porque en Hego Euskal Herria la tasa de paro se ha duplicado en menos de un año hasta el 11,35%. Se calcula que más del 11% de los trabajadores del Estado español se encuentran en riesgos directo de pobreza ante sus bajos salarios. J. B.