Dos representaciones de «La Bayadère» por el Corella Ballet en la Quincena
El ballet clásico llega a la Quincena Musical de la mano del Corella Ballet, la nueva compañía que dirige el afamado bailarín Ángel Corella. El Corella Ballet ofrecerá, hoy y mañana, dos representaciones de una de las obras más difíciles del repertorio, «La Bayadère» de Minkus, en una versión especial de la coreografía de Petipa, revisada por Natalia Makarova. La Orquesta Filarmónica de Catalunya y el director Philip Ellis se harán cargo de la parte musical.
Mikel CHAMIZO | DONOSTIA
Ayer se presentó en Donostia el espectáculo de ballet que la Quincena Musical ha programado en el Kursaal para las tardes de hoy y de mañana. Se trata de «La Bayadère» de Minkus, en una producción de la compañía de reciente creación Corella Ballet, que dirige Ángel Corella. Se trata, concretamente, de una versión especial de «La Bayadère», uno de los grandes títulos del repertorio del ballet clásico, estrenado en 1877 en el Teatro Mariinsky de la ciudad rusa de San Petersburgo, con coreografía del legendario Marius Petipa.
La de Donostia, sin embargo, presenta una adaptación de la coreografía original de Petipa realizada por la gran bailarina rusa Natalia Makarova, que incluye la reconstrucción del último acto del ballet y que fue estrenada en el Estado español en septiembre del pasado año, en el Teatro Real de Madrid, por el propio Corella Ballet. Una compañía de la que Ángel Corella se siente especialmente orgulloso, ya que, como explicó ayer, «hace veinte años que no había en el Estado español una compañía estable de danza clásica, y han sido necesarios nueve años luchando desde la Fundación Corella para hacer realidad este proyecto».
La compañía, que tiene un cuerpo estable de sesenta bailarines, tendrá que enfrentarse hoy y mañana a una de las coreografías más difíciles de la historia del ballet clásico, «especialmente el segundo acto -según Corella-, en el que veinticuatro bailarinas tienen que bailar exactamente igual, como si fueran una sola imagen proyectada en un espejo».
Música en directo
«La Bayadère», que transcurre en una India idealizada, narra la historia de amor entre Solor, un noble guerrero, y Nikiya, una bayadera o mujer consagrada a la danza por la religión. Corella, que encarnará a Solor en la función de esta tarde ¯mañana lo hará Ian Mackay¯ destacó lo difícil que es poder asistir a representaciones de este ballet en el mundo, y más concretamente en el Estado español. Además, los bailarines actuarán acompañados por una orquesta en directo, algo también muy inusual en un mundo en el que la música suele estar generalmente pregrabada.
Philip Ellis, que dirigirá a la Orquesta Filarmónica de Catalunya en ambas funciones, destacó que esto es muy beneficioso para los bailarines, ya que «con una cinta siempre tienen que reaccionar a la música de la misma manera, pero con un director tienen flexibilidad para interpretar con más libertad». Para Corella «se trata de un trabajo de dirección que sólo lo puede realizar un gran entendedor de la danza», demostrando así su confianza plena en la experiencia de Ellis en su papel de director.
Además de Corella y Mackay, los papeles protagónicos de esta «La Bayadère» se completan con la presencia de Joseph Gatti y Adiarys Almeida, antiguos primeros bailarines del Ballet de Cincinnati (Estados Unidos), Ashley Ellis, procedente del American Ballet, Carmen Corella, Fernando Bufalá como el Ídolo de Bronce y la japonesa Kazuko Omori, que será Nikiya, la partenaire de Corella en la función que interpretarán esta tarde.
La obra «La Bayadére» de Minkus es uno de los grandes títulos del repertorio del ballet clásico, estrenado en 1877 en el Teatro Mariinsky de la ciudad rusa de San Petersburgo.
La del Corella Ballet no será la única cita que acoja hoy el auditorio donostiarra, ya que a las 19.30, en la Sala Kubo del Kursaal, el joven tenor de Abadiño Andeka Gorrotxategi ofrecerá un recital de música vasca y francesa acompañado al piano por el donostiarra Iosu Okiñena, quien explicó que el recital tiene como temática «la vanguardia en Donostia y Biarritz en la Belle Époque», y como autores centrales a Usandizaga, Guridi, Aita Donostia, Fauré, Duparc, Hahn y Satie, en una colección de canciones «escogidas para la voz de Gorrotxategi», que el pianista definió como la de un «tenor lírico-spinto casi dramático que se lo rifarían en cualquier teatro». El tenor, por su parte, explicó las diferencias entre cantar en recital y cantar para la ópera, y su preferencia por esta última, que consiste en «sacar todo hacia afuera y con una gran potencia». El recital, sin embargo, «exige una técnica mucho más amplia y una mayor preocupación por el color y las intensidades». En cualquier caso, reconoce sentirse cómodo con el repertorio del concierto, ya que la música euskalduna la lleva «dentro» y la francesa «va muy bien con mi carácter, ya que es una música suave».M. C.
