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Análisis

Adiós al último del doblete

 Sergi Vidal acababa contrato en 2010 y no pensaba renovar. A ello se le suma que el badalonés es del agrado del técnico del Real Madrid, Ettore Messina. Negocio redondo. La afición... bueno, ya está acostumbrada.

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Arnaitz GORRITI Periodista

Bendita crisis que todo lo arrasa, hasta el baloncesto. Según la Real Academia Española, una crisis es un «momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes». Saski Baskonia es ejemplo de ello. Primero cambió el nombre de TAU por Caja Laboral, y ahora está en plena renovación de su vestuario que, tras las salidas de Rakocevic, Mickeal, McDonald y Prigioni, ahora pierde a Sergi Vidal.

No hay temporada nueva que llegue sin que Josean Kerejeta y su equipo regale uno o más sobresaltos a su sufrida afición y al mundo del baloncesto en general. El ojo crítico de una directiva de insaciable ambición y un banquillo que no perdona errores aboca a un importante trasiego de jugadores año tras año. No obstante, cuando alguno de éstos arraiga, es duro verlos partir. Laso, Rivas, Bennett, Nicola, Calderón, Nocioni, Scola...

A ese largo elenco se le han unido varios nombres tras esta última temporada: Mickeal, Rakocevic, Prigioni... y una propina dolorosa, a falta de pasar el reconocimiento médico, por cuanto que, Ivanovic aparte, es el último superviviente del doblete de la temporada 2001/02: Sergi Vidal.

Obviamente, los nuevos baskonistas tampoco son mancos. Ribas, English, Herrmann, la llegada cantada de Oleson y la casi cantada de Marcelinho Huertas. Ellos, junto a los «veteranos» Barac, Teletovic y Splitter -éste presumiblemente en su último año en Gasteiz-, deberán ser los nuevos ídolos baskonistas.

La crisis económica ha obligado a los equipos a apretarse el cinturón. Todos han tenido que «soltar lastre» y han revisado a la baja sus contratos. Salvo la excepción de un Prigioni que quería irse de Gasteiz -«quiero poder decidir», confesaba-, tras la necesidad de ahorrarse altas fichas y obtener beneficios con traspasos se hallan las salidas de Mickeal y Rakocevic, aun a costa de reforzar a rivales directos como el Barcelona.

Y en eso llegó Ettore Messina. El nuevo entrenador del Real Madrid tiene carta blanca para hacer y deshacer y, por ende, el técnico de Catania ha tirado por sus preferencias: entre ellas, de un inesperado golpe de mano, rechazaba a Brad Oleson, que firmaba por cinco años y cinco millones con los merengues antes de la llegada del italiano. Al ver el desplante de Messina, el Baskonia optaba por un cambio de cromos: Prigioni por Oleson. Negocio redondo.

¿Y Vidal? La «bomba» estallaba a última hora del martes y tomaba cuerpo el miércoles, para zozobra de un baskonismo que ya se imaginaba por noveno año consecutivo al «ídolo local» con su defensa, sus cabriolas y su buen hacer. ¿Por qué te vas?

Hay que recordar un detalle: el pleito Baskonia-Unicaja por Walter Herrmann. Para «atar» al argentino, el Baskonia presentaba una oferta de 9 millones de euros brutos en cuatro años. Unicaja cedía, pero también la cartera baskonista. Había que tirar de ingenio y conectar dos cables. Uno, que Messina buscaba otro escolta, que además tuviera pasaporte español, y que siempre le encantó Vidal. Por otro lado, el capitán baskonista acaba contrato en junio del año que viene y amenazaba con irse gratis del club. Todo el mundo suma dos y dos y negocio redondo: Vidal al Real Madrid y la afición gasteiztarra... Bueno, ya estará acostumbrada.

Pero es que, aunque el Real Madrid se asemeje a un Baskonia «B», el equipo sigue aquí, en Gasteiz. Por lo pronto, salvo sorpresa, Fernando San Emeterio, que anteayer valoraba una oferta para irse al Cajasol de Sevilla, se quedará por Zurbano. Hasta el mismísimo Dusko Ivanovic parece haber tenido que tragarse el sapo de perder a uno de sus «hijos» deportivos, aquel que agarró como estrella anotadora en el Joventut y, a modo de «David» de Miguel Ángel, lo transformó en perro de presa primero, en revulsivo después y en capitán por último lugar.

El «ídolo local» no caló enseguida en Gasteiz. La falta de minutos y lesiones en su muñeca derecha lastraron su capacidad ofensiva, sobre todo en un tiro exterior que tuvo que volver a afinar.

Las discusiones entre «vidalistas» y «antividalistas» -obnu- bilados o hartos con sus penetraciones suicidas- fueron enconadas y hasta furibundas. El buen hacer del badalonés fue limando asperezas, sobre todo cuando se vio que podía rendir incluso con problemas en un tobillo o una fascitis plantar -razón por la cual no estará en el Eurobasket-. Veremos cuál será su rendimiento con Messina, pero se prevé que el Real Madrid recibirá más aplausos que nunca cuando se arrime por Gasteiz.

«No necesitamos otro héroe», reza la canción de Tina Turner. Héroes no, pero en Gasteiz precisan de nuevos ídolos que hagan olvidar el dolor por las ausencias. Ante eso, habrá que ser fuerte y tirar de carácter, a ser posible Baskonia. He aquí su mayor valor, según Pepe Laso: «No hay jugador ni entrenador que esté por encima del club. Sólo triunfan los que casan con la ambiciosa idea del Baskonia».

Bizkaia Bilbao Basket y Lagun Aro Gipuzkoa Basket viven un verano menos sobresaltado. Ocupados con sus múltiples fichajes y los cambios de nomenclatura, sí, pero sin que ello suponga que la base del club zozobre. Así, los bilbainos inician hoy los entrenamientos de la temporada 2009/2010 con la plantilla más fuerte de sus seis años de historia en la ACB. Chris Warren, Moiso, Mumbrú y, ante todo, la renovación del Pollo Marko Banic, prometen liderar a un club que abandona La Casilla para no ver frenado su continuo crecimiento.

Mientras, en Donostia se suceden las presentaciones de una ilusionante campaña. Anteayer era Albert Miralles, ayer Rai López y hoy la estrella de la LEB Antwain Barbour. La permanencia es el principal objetivo. Un reto en tiempo de crisis.

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