Operación policial en el Estado francés
Hallan cien kilos de amonitol a más de 800 kilómetros de los arrestos
Pocas horas después de que la Policia francesa detuviera a Alberto Matxain, Aitzol Etxaburu y Andoni Sarasola en los Alpes franceses, se difundía el hallazgo de un zulo que contenía cerca de cien kilos de nitrato amónico y doce litros de nitrometano -componentes del amonitol- en el Pirineo francés, a más de 800 kilómetros del lugar de los arrestos. La Policía francesa precisaba además que la documentación incautada estaba encriptada y que tardaría en descifrarla.
GARA | CORBIER VILLAREMBET
Los presuntos militantes de ETA Alberto Matxain, Aitzol Etxaburu y Andoni Sarasola fueron arrestados a primera hora de ayer en la estación de esquí de Corbier Villarembert, de los Alpes franceses, en una operación desarrollada por la Policía Judicial francesa, pero en la que inciden que «colaboró» la española. Un hecho que el ministro francés del Interior, Brice Hortefeux, no tardó en ensalzar como «un claro ejemplo de la estrecha colaboración» con Madrid.
Pocas horas después del operativo, fue su homólogo español, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien daba cuenta de que estos arrestos «han dado como resultado el hallazgo» de un zulo situado a más 850 kilómetros del lugar de las detenciones. Concretamente, estaría ubicado en la localidad de Ferrières del Departamento de los Altos Pirineos, a escasos 40 kilómetros de la muga con Huesca.
El máximo responsable de las FSE insistió en que la operación seguía abierta y mostraba su convencimiento de que serán más los zulos hallados. Sin embargo, no se apuntó qué es lo que llevó a la Policía Judicial francesa a dar con un zulo tan apartado en un espacio de tiempo tan limitado.
Las propias fuentes policiales, citadas por las agencias, afirmaban después que la documentación encontrada en el domicilio de los arrestados había sido guardada con un programa de encriptación, por lo que insistían en que necesitarían un tiempo hasta poder conocer el contenido. Ningún medio de comunicación cuestionó sin embargo, este relato.
Lo que sí precisó Rubalcaba fue el contenido del zulo: más de cien kilos de explosivo. Concretamente, las agencias de información indicaron que la Policía localizó cien kilogramos de nitrato amónico y entre doce y treinta litros de nitrometano, un aditivo empleado como potenciador en los combustibles de aeromodelismo y que en los artefactos explosivos tiene un «efecto multiplicador», según han advertido en más de una ocasión las FSE.
La mezcla de estos dos componentes conforma el amonitol, un explosivo de manejo extremadamente delicado pero de gran potencia y poder destructivo que ha sido empleado por ETA en sus últimas acciones armadas, como en la del pasado 29 de julio, cuando una furgoneta-bomba destrozó el cuartel de la Guardia Civil de Burgos y dejó 47 heridos leves o en el atentado mortal contra contra el inspector de la Policía española Eduardo Puelles, el pasado junio en Arrigorriaga.
Las FSE no tardaron en vincular a estos tres ciudadanos vascos arrestados en el departamento de Le Corbier con la «logística militar» de la organización armada y apuntaban que su función podría ser la de «suministrar armas y explosivos a los comandos que operan en el Estado español». Señalaron, sin embargo, que «no hay ninguna evidencia» que vincule a los detenidos con los atentados de Mallorca y Burgos.
El operativo policial que se saldó con la detención del iruindarra Alberto Matxin, el lesakarra Andoni Sarasola y el ondarruarra Aitzol Etxaburu arrancó a las seis de la mañana, cuando los tres ciudadanos vascos dormían en una vivienda de la estación de esquí cercana Grenoble, en la región francesa de Saboya.
Las primeras noticias sobre el registro del domicilio, que se dilató durante toda la jornada, vinieron de la mano del ministro español. Indicaban que la Policía Judicial francesa había encontrado en su interior cuatro revólveres, material informático, 42 detonadores industriales y una veintena de «tuppers», además de una furgoneta Peugeot, que había sido robada en el Estado francés el pasado mes de junio.
En la comparecencia ofrecida al mediodía, Rubalcaba incidía en que estas fiambreras estaban «preparadas para estallar», aunque después se vio obligado a matizar que «no podía precisar el grado de preparación de este material». La agencia Efe apuntaba después, citando fuentes policiales que, los «tuppers»' eran de tamaño pequeño y que contaban con un circuito eléctrico, pero sin que hubiera en su interior ni explosivos ni detonadores por el momento.
Los tres supuestos militantes de ETA permanecieron todo el día como testigos del registro de la vivienda hasta que a media tarde fueron trasladados a las dependencias policiales de Lyon, la ciudad más cercana al lugar del arresto, a la espera de su traslado a París.
El movimiento pro amnistía denunció la operación policial y la enmarcó «en la estrategia militar emprendida por el Ministerio del Interior con el fin de ocultar el conflicto político existente». Alertó a sus impulsores que el conflicto « sólo tiene una vía de solución: que será política y dialogada» y animó a la ciudadanía a responder en la calle estos arrestos.
La Ertzaintza cargó contra cerca de 350 vecinos de Ondarroa que se manifestaban en denuncia por los arrestos, y en especial, por la detención de su vecino de Aitzol Etxaburu. Hoy volverán a manifestarse.
El arresto del ondarruarra Aitzol Etxaburu trajo el júbilo entre las FSE ya que con él «completaban el cartel de los más buscados» confeccionado en 2007. La Policía española llamó incluso a la prensa para quitar un cartel en Madrid.
El joven de la parte vieja iruindarra fue confundido a primera hora de ayer con uno de los jóvenes que en diciembre del 2008 ofrecían una rueda de prensa donde daban cuenta de su integración en ETA.
Sobre este vecino de Lesaka se difundía que encabezó una lista independentista en su pueblo y que es el hermano de Mattin Sarasola, arrestado en enero de 2008 junto a Igor Portu y que denunció duras torturas de la Guardia Civil.
El ministro de Interior no tardó en convocar a los medios en Madrid para dar realce a las detenciones producidas en los Alpes franceses. Durante los últimos días había estado presenciando en directo el Mundial de Atletismo de Berlín, e incluso hizo valoraciones y comentarios de las carreras para algunos medios. Tras los arrestos, se apresuró a comparecer en la sede del Ministerio de Interior.
Pese a destacar el valor de las detenciones y recalcar el mensaje habitual de que cada vez se producen en un espacio menor de tiempo, Rubalcaba avisó al mismo tiempo de que «ETA lo va a volver a intentar, es una certeza con la que tenemos que trabajar. Las FSE van a trabajar para que no lo consigan, es otra evidencia, y así seguirá siendo hasta que esto termine, hasta que acabemos con todos los terroristas».
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se expresó en similares términos desde Lanzarote, donde está pasando las vacaciones de agosto.
El primero en exaltar esta operación policial fue el consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, para quien con las detenciones «somos un poco más libres porque tres terroristas han sido detenidos y serán puestos a disposición de la Justicia». En declaraciones a Europa Press, consideró «una magnífica noticia» la redada, y transmitió una felicitación «a la Policía francesa, a la Policía Nacional, al Ministerio del Interior y al Gobierno de Francia». Al contrario que Rubalcaba, Ares no aludió a la posibilidad de nuevas acciones de ETA, sino que prefirió recalcar que «se demuestra una vez más la eficacia de los cuerpos y fuerzas de seguridad».