Ramiro Cardona 2009/8/20
100 días de españolidad estéril, represión y venganza
He leído las declaraciones del Lehendakari López en la prensa y francamente no sé como se puede ser tan fatuo y falto de respeto con los ciudadanos, una persona de su nivel y que está ahí, como todos sabemos, por una inmensa trampa urdida con todos los estamentos del Estado. (...)
Siguiendo a su prensa genuflexa, vemos que lo más importante de Euskadi es la Izquierda Abertzale y ETA, no hay día que no ocupen las primeras páginas. No hemos visto más reivindicaciones sobre los presos que este verano. Lo que se promete sobre los espacios de impunidad es una verdadera majadería, solo se consigue mayor presencia de la IA y mayor numero de fotografías, este año miles y miles, mal que le pese al Sr. Ares. En todos los pueblos de Euskalerria jamás se ha realizado mayor campaña a favor de los prisioneros vascos, estoy seguro que se lo agradecerán.
A lo visto por la prensa española de aquí y del Estado parece que eso no les importa, lo que importa es la visualización de las medidas represivas y la venganza en las acciones de las fuerzas de seguridad. Ahí hay consenso en los españoles de allí y de aquí. También hay que decirlo, que el grado de odio entre las partes también aumenta, quizás para cuando se den cuenta estos gobernantes de pacotilla, sea demasiado tarde.
La normalidad que habla el Sr. López es la inundación de banderas españolas por todos los sitios posibles e imposibles. Tampoco saben estos gobernantes que el odio al «piperpote» es ancestral en estos territorios. (...)
Sin un espíritu tremendamente vengativo no se pueden entender, la dureza en la represión que usa la Ertzantza y las inmediatas reacciones de los jueces españoles a cualquier planteamiento para ejercer los derechos democráticos, de reunión y manifestación. La inmoral política judicial de que todo es ETA, algún día se les volverá en contra. Hoy por hoy el rechazo que ha sufrido ETA en tiempos pasados está pasando a una comprensión generalizada a muchos niveles de la sociedad, a cuenta de las medidas represoras de estos inadecuados gobernantes. (...)