Euskal Herria jaietan
Bandera azul para la chupinera y el pregonero y marrón para Oleaga
«¡Qué poca prensa hay!», se lamentaba por la megafonía el maestro de ceremonias del torneo de «herri kirolak» entre konparsas. «Con la que suele venir a algunos de nuestros actos...», ironizaba. Ayer fue el día comparsero por excelencia, con la comida y los juegos. También dieron a conocer los galardonados con sus banderas azul y marrón, de premio y castigo, respectivamente. La segunda se la otorgaron al concejal del PSE en el Ayuntamiento, Txema Oleaga.
Joseba VIVANCO |
Un espléndido día de sol saludó ayer la penúltima jornada de Aste Nagusia y día en el que las comparsas celebran eso, su día -¿no eran todos?-. Y su acto principal es la tradicional comida en la que, a diferencia de la bertso bazkaria o la de recuerdo a los represaliados, «cada una se lleva lo suyo». Y qué mejor ocasión que el día coincida con el concurso de marmitako en el Arenal para no tener que pensar mucho el menú. Otra cosa es que los aprendices de cocineros hicieran bien los deberes. «Algunos no comen marmitako. Más de una cazuela estará ya fermentando», intuían cerca de la hora de comer un par de miembros de jurados del certamen gastronómico. Eso sí, hubo quien optó por la socorrida, en estos festejos, paella...
Degustaran todos o no marmitako, el ambiente festivo para los previstos 1.100 comensales estaba garantizado. Comer algo se antojaba imprescindible porque luego venían los esperados y «desorganizados» -según el dudosamente ebrio speaker- herri kirolak entre konparsas.
La cita, en la plaza del Arriaga a las 17.30. Sólo los de Altxaporru fueron puntuales. Los de Txomin Barullo y Sin Kuartel, los más perezosos. «Hay que empezar antes de que nos lo ilegalizen», apremiaba el «dueño» del micrófono, aunque con escasos resultados. «El año próximo pedimos el graduado escolar», vociferaba ante la falta de respuesta de las konparsas para ponerse a las txingas, el yunke, la tronza o la toka o «rana de Iparralde». Al final consiguieron empezar, que aquí lo de menos era el resultado.
Y las banderas son para...
Pero por si alguien no se había percatado, Aste Nagusia toca a su fin y empieza a cobrar fuerza aquello de los balances. La comisión de comparsas avanzó ayer su primera valoración al otorgar sus esperadas banderas azul y marrón, esos singulares premios que, en el segundo caso, sus galardonados no suelen mostrar interés en recoger.
La azul de este año ha recaído en la txupinera, Sonia Polo, por todo lo que le ha llovido encima, y por extensión a su compañero de fiesta, el pregonero, Joseba Solozabal, que su trans- gresor pregón también tuvo lo suyo. Y sobre la bandera marrón que nadie quiere recibir, unanimidad a la hora de proponer para ella al concejal del PSOE y candidato a la Alcaldía, Txema Oleaga, por su campaña de acoso a la txupinera. El mismo político que ayer en su blog escribía: «Creo que se debe escuchar la palabra condena de la voz de la Federación de Comparsas-Bilboko Konpartsak», en relación a los incidentes del viernes.
También hubo para las comparsas la «campana» y la «mosca», a la txosna mejor y peor decoradas, respectivamente. El honor de ser la más lucida recayó en Hontzak, que, curiosamente, tiene en su historial el haber logrado la última Bandera Egin de las regatas entre konparsas... y la primera Bandera GARA. Menos contentos, los de Irrintzi, que son los que menos se han trabajado su txosna.
Aste Nagusia toca a su fin. Seguramente hoy, en los oídos de algunos aún resuenen los acordes de la Orquesta Sinfónica de Bilbao interpretando anoche, en Abandoibarra, la música del mítico grupo de rock en el espectáculo ``Itoiz Suite''. O los del grupo Los Secretos en Botica Vieja. O los que ponen en las txosnas. O lo que es peor, quizá alguien se levante tarareando la letra de alguna de las melodías de Karina, plato fuerte del sábado noche en la programación musical municipal de las fiestas bilbainas.
Sea como fuere, la fiesta sigue al menos hasta casi la medianoche en el adiós a Marijaia y esa canción que se estrenará en la despedida, que dicen es tan pegadiza como la inaugural de Kepa Junkera, pero más difícil de cantar. Esta noche se descubrirá.
Pero por la mañana, uno de los actos centrales y habituales del último día es la concentración de gigantes y cabezudos, decimosexta edición ya, que este año atrae a los de Deusto, Urduña, Oiartzun, Añorga, Txantrea, Noain, Kanbo y los zaragozanos de Tauste, además de los de Bilbo. Una cita, a las 12.30 en el Arenal, que ningún txiki quiere perderse.
La otra oferta matutina es el final del largo certamen gastronómico, esta vez con el guisado de rabo, que seguro reunirá a buenos cocineros y concitará la atención de los viandantes. Otra opción en el gran concierto de txistularis en la Plaza Nueva, a las 13.00, o la alternativa de los Maialen Lujanbio, Sustrai Colina y compañía en la Plaza Santiago, a la misma hora.
Por la tarde, será cuestión de dejarse llevar hasta el fin de fiesta, a las 23.00. En la Ría, ¿dónde si no? J.V.