Los combates entre Ejército y grupos étnicos obligan a huir a miles de birmanos a China
GARA |
Hasta 30.000 personas habrían huido hacia China huyendo de los combates entre el Ejército birmano y los grupos rebeldes en el Estado de Shan (centro-este de Myanmar), según los datos dados a conocer ayer por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
«Según nuestra información, hasta 30.000 personas se habrían refugiado en la región china de Nansan (en la provincia de Yunnan, fronteriza con Myanmar) desde el 8 de agosto, huyendo de los combates entre las tropas del Gobierno birmano y las minorías étnias», explicó el portavoz del ACNUR en Ginebra, Andrej Mahecic. No obstante, este organismo de la ONU admitió no tener acceso a la región y no poseer información sobre estas minorías étnicas que combaten al Ejército.
Medios de comunicación birmanos así como la organización estadounidense Campaña por Birmania (USCB) indicaron, por su parte, cifraron en más de 10.000 las personas que han huido a China.
Los combates estallaron el jueves en el Estado de Shan entre el grupo rebelde de la etnia kokang y las tropas gubernamentales, poniendo fin a un alto el fuego que duraba 20 años.
El éxodo de la población comenzó cuando la Junta Militar inició, a principios de agosto, el despliegue de tropas en esta región donde las etnias chinas están muy presentes.
Citando a responsables locales, la prensa oficial china indicó ayer que cientos de birmanos seguían cruzando la frontera china hacia Yunnan, aunque no dio cifras. «Es difícil dar una cifra», declaró Yu Chunyan, portavoz del Gobierno provincial «Global Times», diario chino en lengua inglesa. Según este periódico, China incrementó el número de policías armados a lo largo de su frontera con Myanmar.
Los refugiados birmanos fueron instalados en un campamento temporal, donde las autoridades chinas se encargan de proporcionarles comida y cuidados médicos.
El ACNUR subrayó que China es uno de los pocos países de Asia que ha firmado la Convención sobre los Refugiados (1951) y declaró que aprecia que ese país respete el principio de no devolver a los refugiados a sus países en caso de que corran peligro.
China, por su parte, pidió a Myanmar que gestione adecuadamente sus problemas internos y conflictos étnicos y proteja la estabilidad regional en la zona fronteriza
Myanmar cuenta con una multitud de grupos étnicos, algonos de los cuales mantienen una lucha armada contra el poder central, en particular en los estados Karen y Shan. La rebelión de las minorías étnicas se extiende en reacción a la presión que ejerce la Junta Militar para que se desarmen y transformen en partidos políticos antes de los comicios de 2010, unas elecciones a las que la mayoría de grupos étnicos de Myanmar no piensa concurrir por entender que se trata de una estrategia de los militares para perpetuarse en el poder, que detentan desde hace más de medio siglo.