El FMI reparte 250.000 millones de dólares para aumentar la liquidez
GARA |
El Fondo Monetario Internacional (FMI) inyectó ayer unos 250.000 millones de dólares en los bancos centrales de todo el mundo para potenciar sus reservas de divisas y aumentar la liquidez en el sistema financiero, debido a la crisis económica y a la falta de movilidad del dinero. Además, el 9 de septiembre la entidad internacional repartirá otros 33.000 millones.
La distribución de los recursos «está diseñada para aumentar la liquidez en la economía mundial al complementar las reservas de divisas de nuestros miembros» según dijo la portavoz del FMI Caroline Atkinson.
La idea de esta inyección fue del G-20, que en su cumbre presidencial de Londres en abril acordó potenciar al FMI para atajar la crisis económica. En este caso, el organismo ha actuado como una especie de banco central mundial que simplemente ha imprimido los Derechos Eespeciales de Giro, DEG, en lo que ha sido la mayor emisión de moneda de su historia.
El reparto de los DEG
Los 186 países miembros del FMI recibieron ayer DEG por valor del 74% de su cuota en el Fondo, lo que significa que las mayores economías se quedan con el pedazo más grande de la tarta. Así, Estados Unidos se llevará casi 50.000 millones de dólares entre ayer y el 9 de septiembre, la quinta parte de todo el botín, Japón casi 18.000 millones y Alemania 17.000.
Pero la medida podría ser especialmente importante para algunos países en desarrollo, que en su conjunto recibirán unos 100.000 millones de dólares; aunque dada su escasa cuota en el Fondo, por el pequeño tamaño de sus economías, las naciones pobres sólo recibirán 18.000 millones de dólares, algo que la organización humanitario Oxfam acogió como positivo, pero no suficiente para contrarrestar los efectos de una crisis engendrada en el mundo desarrollado. Por ello, Caroline Peace, una portavoz del grupo, añadió que «nos gustaría que los países ricos transfirieran DEG a los países de baja renta para financiar los servicios públicos y combatir la pobreza».
«Las naciones más débiles probablemente usarán los DEG. Para ellos puede ser un apoyo significativo» dijo el ex subdirector del departamento de Desarrollo y Revisión de Política del FMI. Los bancos centrales podrán dejar los DEG en sus balances o venderlos a otros países por dólares, euros, yenes o libras en un mercado que coordina el Fondo internacional.
Algunos economistas han indicado que la inyección de 250.000 millones de dólares en el sistema podría generar inflación, aunque el FMI prevé que hasta 2014 la producción no alcance toda su capacidad.