Los precios moderaron su caída en agosto en el Estado español, pero este aparente síntoma de mejoría económica se debió principalmente al encarecimiento del petróleo. De esta forma, la inflación armonizada (IPCA) -la que se mide con el mismo sistema en todos los países del euro-recuperó seis décimas y se situó en el -0,8%, el sexto registro negativo de la inflación.

Hasta agosto, la diferencia de los precios del petróleo con los del año pasado hacía que se agudizara el descenso general de precios. El petróleo alcanzó máximos a mediados de julio de 2008 y a partir de entonces empezó a caer, de ahí que el efecto base se haya notado sobre todo hasta el pasado mes, cuando la inflación alcanzó su mínimo histórico, con una tasa negativa del -1,4%.

Además, en los últimos meses el precio del crudo ha retomado la tendencia al alza, reduciéndose la diferencia. El Ministerio español de Economía y Hacienda menciona este dato para excluir los riesgos de deflación para los próximos meses. Con todo, el jueves el precio del barril del Brent era de 72,51 dólares frente a los 150 dólares de hace un año.

Para el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, en los próximos meses «veremos esta reversión de la tendencia y a final de año habrá tasas interanuales de inflación ligeramente positivas».

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, opinó que esta moderación de los precios es consecuencia directa de la debilidad de la demanda y de la comparación con los del año pasado que todavía subían mucho, especialmente los del petróleo y otras materias primas. Almunia coincidió con el Gobierno español en que los meses que quedan del año se llegará a tasas positivas, prácticamente en todos los países de la Unión Europea.

El próximo 11 de septiembre, se publicarán los datos del IPC general y se conocerá la evolución mensual definitiva que, según los expertos consultados, es de cuatro décimas.

Confianza de los consumidores

Por otro lado, la confianza de consumidores y empresarios europeos volvió a mejorar en agosto por quinto mes consecutivo tanto en la UE como en la zona del euro, aunque el indicador se mantiene muy por debajo de la media a largo plazo, según informó ayer la Comisión Europea (CE).

El Indicador de Sentimiento Económico (ISE) que elabora el Ejecutivo comunitario creció en agosto en 4,6 puntos en los países de la moneda única, hasta 80,6 puntos, y en 5,9 puntos en la UE, hasta 80,9.

En el Estado español, la confianza aumentó 2,9 puntos -un ritmo menor que el de la media comunitaria- hasta situarse en 81,9 puntos. La mayoría de los Estados miembros de la Unión registraron incrementos, y los más significativos fueron los de Gran Bretaña (9,7 puntos), Holanda (7,6), Alemania (5,1) y Polonia (4,5).

El aumento general de la confianza de los consumidores y empresarios europeos fue impulsado por la mejoría en todos los sectores, salvo en el comercio minorista en la zona euro.