2009 es, definitivamente, el año del Barcelona. El equipo azulgrana culminó la pasada temporada con el famoso triplete y ha arrancado ésta adjudicándose otros dos títulos, la Supercopa ante el Athletic y la Supercopa de Europa, anoche ante el Shaktar Donetsk.

Es decir, cinco títulos en poco más de tres meses, a los que los azulgranas esperan dar continuidad el próximo mes de diciembre con el Mundial de clubes.

El choque comenzó con polémica por el estado del Luis II de Mónaco -el Barcelona llegó a presentar una queja oficial- y también con morbo, no en vano Dmitro Chygrynskiy, en el once titular del Shaktar, está a punto de fichar por el equipo catalán.

Tal y como cabía esperar, el partido se convirtió en un monólogo de los culés, ante un rival que pareció aferrarse a la tanda de penaltis como su única opción desde el pitido inicial. El Barcelona, con todo, no estuvo a la altura de anteriores ocasiones. Las llegadas fueron menos y el acierto de los delanteros, inexistente.

Así que el choque se fue a la prórroga, que pudo haberse saldado del lado ucraniano, si el árbitro hubiese visto el agarrón de Busquets a Luiz Adriano. Casi de inmediato, en el minuto 115 de partido, llegaba el único gol del partido: una combinación entre Messi y Pedro, que el canario transformó en el título, celebrando de paso su recién estrenado contrato con el primer equipo azulgrana.