Las denuncias y muestras de rechazo hacia los diferentes ataques fascistas llevados a cabo en las últimas semanas contra monumentos y placas en recuerdo a los muertos por el franquismo se sucedieron ayer en Nafarroa. Por una parte, la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra y la Asociación Txinparta presentaron una denuncia ante la Policía Foral de Iruñea. El Ayuntamiento de Bidangotz, junto al colectivo Memoriaren Bidean, también mostró su condena y lamento hacia los hechos. Y, por último, el sindicato LAB hizo un llamamiento a organizar una respuesta popular contra los ataques fascistas.

Igor Arroyo, portavoz de LAB en Nafarroa, junto a representates de la sección sindical de Orkoien, realizaron una valoración en torno a los ataques, queriendo subrayar que el realizado en Orkoien no es más que un eslabón de una larga cadena de ataques fascistas, denunciando así que «los demócratas de toda la vida» vuelven a ponerse la «camisa azul».

Ante todo quisieron subrayar la impunidad de la que gozan los autores de estos hechos, «hacia los que la clase política de Nafarroa se queda muda», añadiendo que «lo más grave es» el posicionamiento que adoptan dependiendo de la identidad de la víctima.

Y es que LAB no sólo hizo referencia a los ataques contra la memoria histórica, sino también a los sucedidos contra los jóvenes independentistas, así como a trabajadores y locales relacionados con la izquierda abertzale de Iruñea.

Afirmaron no estar sorprendidos por el comportamiento de la clase política y denunciaron a esos mismos políticos de estar inmersos en la cruzada contra la izquierda abertzale. Desde LAB quisieron expresar su deseo de responder contundentemente al fascismo, realizando un llamamiento popular para la unión de sindicalistas, abertzales y progresistas contra «el estado de excepción y los ataques fascistas».

Las dos asociaciones en pro de la memoria histórica, la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra y la Asociación Txinparta, por su parte, presentaron un informe detallado de los ataques sufridos y denunciaron que los hechos son obra de miembros de un grupo organizado. Agradecieron las diferentes condenas de los grupos políticos pero llamaron a ser mucho más claros en ellas.

Roberto Rocafort, hijo de un fusilado, manifestó su pena por el silencio de la Iglesia y de partidos como la Falange Española. Esperan, sobre todo, que haya una investigación seria. Además, han hecho saber que se volverán a colocar las placas.

El Ayuntamiento de Bidangotz y el colectivo Memoriaren Bidean, a su vez, pidieron una reflexión que ayude también a conseguir uno de los principales objetivos del amplio movimiento de recuperación de la memoria histórica: «Nunca más para el fascismo».