Gerald Ciolek ganó al sprint una segunda etapa marcada por la tensión y la cantidad de holandeses que salieron a la carretera a recibir a la Vuelta. El alemán del Milram fue el más rápido en una llegada en el que defraudaron los favoritos -Farrar, Boonen y Bennati-, que parecían llamados a jugarse el triunfo y el liderato con las bonificaciones tras su gran prólogo y que no entraron entre los cuatro primeros, lo que permitió a Cancellara mantener el maillot oro.

Ciolek, que el día 19 cumplirá 23 años, logró su primera victoria en una grande en una carrera profesional que comenzó con 18 en el Akud Arnolds Sicherheit en 2005, cuando se proclamó campeón alemán. En el 2006 pasó al Wiesenhof y ganó el Mundial sub'23. Fichó por T'Mobile, con el que en 2007 ganó ocho carreras. El pasado año estuvo en Columbia y, ante la dificultad de destacar con Cavendish y Greipel, ha pasado al Milram. Casi todas sus victorias las lograba en Alemania y tras la de ayer señalaba que «tenía la confianza necesaria para afrontar el sprint y eso que el viento lateral y los nervios convirtieron los kilómetros finales en muy duros. Eso sí, hemos estado arropados por muchísimo público y siempre se agradece. Pero eran tantos mis nervios que no he podido gozar mucho».

No sólo él, todo el pelotón vivió una jornada de mucha tensión por lo peligroso de las carreteras holandesas para un pelotón de 200 corredores. En el kilómetro 4 se escaparon Martínez (Andalucía), Leezer (Rabobank), Roels (Milram), Westra (Vacansoleil) y David García (Xacobeo). Llegaron a tener siete minutos de ventaja, pero nunca tuvieron opciones de triunfo ante el trabajo de Saxo Bank y de los equipos de los sprinters.

Samuel: «La hemos fastidiado»

En los kilómetros finales se produjeron varias caídas, se pasó por una zona de pavés y la tensión se tradujo en un corte a falta de tres para meta en el que Samuel Sánchez fue el más perjudicado al perder 18 segundos sobre todos los favoritos. Cunego, Vinokourov y los Schleck también quedaron cortados, pero no disputan la general.

El asturiano señalaba que «la etapa la teníamos marcada como complicada por el viento y el tipo de carreteras de esta zona, a las que no estamos habituados. Estaba salvando el día sin contratiempos y la hemos fastidiado a tres para meta. Se ha estirado mucho el pelotón hasta que se ha roto. La gente iba muy castigada, ha habido una caída y me he quedado cortado, ha sido imposible reaccionar. He perdido 18 segundos, que siempre son valiosos. El equipo ha realizado un gran trabajo durante toda la jornada, he estado siempre bien arropado, por ello aún me duele más esta pérdida de tiempo». Hoy se disputa la tercera etapa entre Zutphen y Venlo, de 185 kilómetros sin ninguna subida puntuable.