Repasen los pasos dados por el Estado en los últimos años en dirección a la aniquilación del independentismo vasco y barruntarán, como servidora, que se les están gastando los cartuchos. Y si después leen piezas como la que firmaba ayer Iñaki Ezkerra en «La Razón» se darán cuenta de por dónde van los tiros.

Empieza en plan teórico: «Desmontar un régimen de 30 años en cuatro meses es imposible y a López hay que darle tiempo». Y a renglón seguido aparece el pelotillero: «Pero también hay que estar sobre él, como lo hace Basagoiti, para que no se duerma en los laureles de Ajuria Enea».

La tercera fase consiste en desvelar los secretos del asunto: «parte de ese régimen es la ETA social, todo ese entramadillo `cuasi-funcionarial' y `para-institucional' de las `herriko tabernas' que ha sido inmune a las acciones de Garzón y otros jueces, de la Fiscalía General y del Supremo. Si el propio mundo judicial comete permanentemente errores, si se topa con trabas que no preveía, si desconoce las fisuras que tienen los mismos mecanismos legales cuando se digna a intentar aplicarlos, ¿qué podremos hacer los que no somos juristas?». Pues lo más sensato es quedarte calladito, majo. Pero no es el caso.

Siguen las flores a los señoritos y corona la pieza con una recomendación: «La colaboración de las policías española y francesa está siendo ejemplar y no tiene precedentes. Ahí están esos catorce zulos descubiertos. El papel que el Ministerio de Interior está jugando en este aspecto es impecable y la Consejería vasca de Interior se despereza de su siesta de tres décadas (nació dormida), pero eso no basta». Ahora llega el sabio consejo: «Mientras el mundo totalitario se ha empleado a fondo en conocer al milímetro las fisuras de nuestra legalidad para burlarla, el mundo democrático no se ha movido para corregir esos defectos del sistema, para cerrar tales fisuras. Se echa de menos un `consejo de sabios' en materia jurídica que asesore a Zapatero y a López, o sea que haga la tarea de Jone Goiricelaia pero a la inversa». Vive obsesionado el tío. Es más, el posible que lo que él llama «consejo de sabios» exista. De hecho, que Iñaki Ezkerra no lo sepa es un indicio de que realmente existe.