El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que no contempla «tocar» los tipos del IRPF en la revisión que está haciendo de los impuestos.

En rueda de prensa en Estocolmo, donde ha mantenido un encuentro con su homólogo sueco, Friedrik Reinfeldt, para preparar el traspaso de poderes de cara a la presidencia española de la UE, que comienza en enero de 2010, remarcó que la subida de impuestos no va a afectar al Impuesto de Sociedades, «porque se va a bajar», y ha precisado que la puerta está «abierta» en el caso de la deducción de los 400 euros del IRPF y se hará una «consideración sobre las rentas provenientes del capital y las plusvalías». Ha subrayado, en este sentido, que las subidas serán «prudentes, moderadas y limitadas», y ha explicado que lo que se va a pedir es un esfuerzo a quien «puede hacerlo» y ha insistido en que en cualquier caso la presión fiscal estará por debajo del nivel de 2004. Rodríguez Zapatero se ha mostrado convencido de que la medida es «razonable» y ha insistido en que esto no es «improvisar», sino «gobernar».

La presión fiscal en el Estado español se encuentra por debajo de la media y las rentas más elevadas son las que pagan menos impuestos. El presidente del Gobierno español no se refirió en ningún momento a actuaciones para terminar con el fraude fiscal y la economía sumergida que representan el 22% del PIB.