La crisis y la menor recaudación han hecho que el déficit del Estado español entre enero y julio fuera de 49.687 millones de euros, el 4,69% del producto interior bruto (PIB), lo que supone cinco veces el saldo negativo registrado en el mismo periodo del año anterior.

Según los datos ofrecidos ayer por el Ministerio de Economía y Hacienda, las arcas del estado ingresaron hasta julio 57.952 millones de euros, un 25,8% menos que en el mismo periodo de 2008, y gastaron casi 107.639 millones, un 22,3% más que entre enero y julio del año pasado.

En términos de caja -que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen- el Estado español alcanzó un déficit de 50.946 millones de euros, también cinco veces superior al de los siete primeros meses de 2008, en que empleó 10.553 millones de euros.

Según el Ministerio de Economía, el déficit registrado se debe analizar como consecuencia de la coyuntura económica, pero también por el impacto de las medidas tomadas por el Gobierno para atajar la crisis. Dichas actuaciones, defiende el Ministerio, ascienden a más de 25.000 millones y han sido reducciones de impuestos, anticipos de devoluciones y mayores aplazamientos, así como otras iniciativas para fomentar el empleo, la inversión y paliar los efectos de la crisis sobre los ciudadanos, como el aumento de las prestaciones por desempleo.

Impuesto de Sociedades

Destaca, en este sentido, la caída de la recaudación por el Impuesto de Sociedades, que fue del 25,2%, debido, según el Ejecutivo, a los menores beneficios empresariales y a la agilización de las devoluciones.

En el caso del IRPF, la caída de la recaudación fue del 12,9%, debido a la agilización de las devoluciones, los mayores aplazamientos y a la deducción de 400 euros. En el caso del IVA -el impuesto que grava el consumo y refleja por tanto su evolución-, la recaudación fue de 22.432 millones de euros, hasta un 36,1% menos en comparación al ejercicio anterior.