La dispersión fuerza un accidente con un hospitalizado en Burgos
Un coche completamente destrozado, tres familiares atendidos en el hospital y uno de ellos ingresado aún en Aranda de Duero ha sido el saldo que ha provocado la dispersión carcelaria con un nuevo accidente de tráfico de familiares de presos. En este caso, el siniestro lo han padecido familiares del preso político donostiarra Adur Fernández.GARA |
La madre, el padre y la compañera sentimental del preso político donostiarra Adur Fernández tuvieron que ser atendidas ayer en el hospital de Aranda de Duero, después de que sufrieran un aparatoso accidente de tráfico cuando se disponían a mantener un vis a vis con el joven de Altza en la cárcel de Aranjuez. Mientras que a la madre y a la compañera sentimental les dieron el alta médica por la tarde, el padre del preso donostiarra se encuentra ingresado en observación por el golpe que sufrió en los pulmones.
Según informó ayer la asociación de familiares y amigos de represaliados políticos vascos, Etxerat, alrededor de las 8.00 de ayer, el vehículo en el que viajaban la madre, el padre y la compañera sentimental del preso político Adur Fernández sufrió un aparatoso accidente a la altura del kilómetro 172 de la carretera en dirección a Madrid. Los tres se encontraban viajando hacia la madrileña cárcel de Aranjuez, en el que se encuentra preso el joven altzatarra, que lleva encarcelado desde finales de 2007 después de que fuera detenido en las escalinatas de la Audiencia Nacional española junto a una docena de jóvenes más.
Por razones que aún se desconocen, el coche sufrió un aparatoso accidente en el que dio una vuelta de campana. El vehículo, según Etxerat, ha quedado completamente destrozado. Como consecuencia del siniestro, la madre de Fernández sufrió heridas en la cabeza y en el rostro, mientras que a la compañera del preso donostiarra le colocaron un collarín por un esguince cervical que le causó el choque. El padre, por su parte, sufrió un fuerte golpe en los pulmones.
Los tres fueron trasladados inmediatamente al centro hospitalario de Aranda de Duero. Mientras que a la madre y a la compañera de Adur Fernández les dieron el alta médica en torno a las 15.00, el padre del preso altzatarra continúa todavía ingresado en la planta de observación del hospital burgalés.
Cada quince meses, un muerto
Por su parte, Etxerat denunció con dureza este nuevo accidente sufrido por familiares, y recordó que «cada quince meses fallece un allegado o familiar de los presos políticos vascos en la carretera». Censuró que estos siniestros se deben a la política de dispersión carcelaria que el Gobierno español aplica a los vascos, así como por «la criminal política penitenciaria».
El accidente se produjo sobre las 8.00 en Burgos y el vehículo dio una vuelta de campana que lesionó a los familiares de Fernández que viajaban hacia Aranjuez