La judoca Oiana Blanco, plata en los mundiales de Rotterdam (Holanda) en la categoría de menos de 48 kilos, afirmó ayer a su regreso que esta medalla recompensa muchos años de trabajo y mostró su confianza en mantenerse a ese nivel hasta los Juegos de Londres 2012.

«Es nuestro principal objetivo pero está lejos. En el camino hay muchas cosas y hay que mantenerse y mejorar año tras año», comentó. La oriotarra, perteneciente al club de Usurbil, manifestó estar muy agradecida por el recibimiento que se le ha brindado en su vuelta casa. En su análisis del recién finalizado Mundial, explicó que preparó esta competición con el objetivo de ganar, a sabiendas de que se trata de un deporte en el que el menor error te deja en la calle. Por ello su estrategia era seguir «combate a combate» sin cometer ningún fallo.

Fueron en total cuatro peleas, entre las que destacó la protagonizada ante la actual campeona de Europa y número uno mundial, la francesa Frederique Jossinet, a la que batió en cuartos de final. A sus 26 años, Oiana Blanco obtiene así el mejor resultado de su carrera deportiva.

La guipuzcoana suma este título al quinto puesto conseguido en el Campeonato de Europa de Tblisi (Georgia) y a otra medalla de plata en la World Cup de Madrid, ambos este mismo año.

Ahora, tras unas vacaciones, comenzará a «planificar bien» la próxima temporada, con el Mundial de Tokio 2010 en el horizonte. Preguntada por qué podría ocurrir si se cruza con la japonesa Tomoko Fukumi, ganadora del oro en Rotterdam, Blanco apuntó que «es una chica accesible« y que si tiene que volver a combatir con ella, «cabe la posibilidad» de vencer.