El primer ministro francés, Francois Fillon, admitió ayer que el déficit público supone una amena- za para la supervivencia de la economía del estado galo, por lo que defendió recortes en el gasto público que ayuden a reducir la deuda pública.

«No aumentaremos nuestras deducciones, ya entre las más altas de Europa, sino que realizaremos un esfuerzo sostenido por reducir el gasto estatal» explicó, ante un déficit público que entre enero y julio fue de 109.000 millones de euros en el Estado francés, frente a los 51.400 millones registrados en el mismo periodo de 2008.

Fillón pidió a los demás estados europeos que saneen las cuentas públicas. «Para garantizar nuestro fortalecimiento es necesario poder confiar en nuestras finanzas públicas», manifestó.