El organismo internacional sobre el Comercio y el Desarrollo, dependiente de las Naciones Unidas (UNCTAD), puso ayer una cierta sensatez a la hora de analizar la situación económica mundial y recordó las «fuertes dificultades» que existirán en un futuro próximo para salir de la «profunda crisis» que se ha instalado en el conjunto de la actividad mundial.

El secretario general de ese organismo, Supachai Panitchpakdi, recuerda que se han asomado algunos «brotes verdes», lo que ha sido considerado rápidamente como la recuperación económica, pero entiende que estamos lejos de esa apreciación, ya que, como indica en el informe de 2009, «falta mucho para que el invierno de la economía llegue a su fin: la caída de los beneficios de la economía real, el exceso de inversión en el mercado inmobiliario y el desempleo creciente seguirán restringiendo el consumo y la inversión privados en un futuro previsible».

Añade, en este sentido, que «como se trata de una crisis mundial, tampoco existe posibilidad de recurrir a las exportaciones», ya que se prevé, según Panitchpakdi, que el comercio disminuirá en los próximos años en alrededor de un 11% en valores reales. «Para impulsar una nueva expansión comercial hará falta una recuperación del consumo y la inversión en alguna parte del mundo», precisó el secretario general de esa organización internacional.

Espejismo de la economía

Este organismo evita cualquier espejismo sobre la mejora de la economía. A su juicio, «dada la debilidad de los parámetros macroeconómicos fundamentales, lo más probable es que el repunte de los indicadores financieros en el primer semestre de 2009 señale «una recuperación temporal con respecto a los niveles mínimos anómalos registrados por los precios de los activos financieros y los productos básicos, que sufrieron un desplome excesivo tan irracional como la anterior exuberancia alcista».

Por lo que la UNCTAD sostiene que que esos indicadores no son un ejemplo del «fortalecimiento» de la actividad macroeconómica, «sino un renovado interés por asumir riesgos por parte de los agentes financieros». Panitchpakdi lamenta que «los mercados financieros a menudo quieren obtener ganancias especulativas anticipándose a sus competidores. Siempre están listos para el despegue y, al final, interpretan cualquier noticia desde esa perspectiva». A juicio de la UNCTAD, «mientras los precios sigan sometidos a la fuerte influencia de las corrientes especulativas, y se asuman simultáneamente posiciones de mayor o menor riesgo, los mercados no pueden funcionar con eficiencia».

Critica que durante el primer semestre de este año, los precios de los productos básicos volvieron a elevarse, «como consecuencia del retorno de los especuladores financieros a los mercados», lo que para la UNCTAD supone «un problema porque se aleja la recuperación».