Joaquín Caparrós cuenta con un efectivo menos de cara al maratón que se le viene encima a su equipo en las próximas semanas. Óscar de Marcos ha sido convocado por la selección española para la disputa del Mundial sub 20, lo que le llevará fuera de Bilbo desde el próximo lunes hasta, como mínimo, el uno de octubre. Si las cosas le van bien al combinado dirigido por Luis Milla, su ausencia se prolongaría hasta el 16 de octubre.

No importa demasiado, en realidad, el resultado que coseche el equipo rojigualdo. Suceda lo que suceda, el centrocampista alavés se perderá un mínimo de cinco encuentros y un máximo de seis. Los jugadores han sido citados este próximo lunes en Madrid, pero el Mundial echa a andar el próximo 21 de septiembre y la primera fase no concluye hasta el uno de octubre. Es decir, está asegurada la ausencia de De Marcos en los encuentros ante Austria -aunque iba a causar baja, de todos modos, tras haber sido sancionado-, Villarreal, Tenerife, Sevilla y Werder Bremen. Si la selección española no supera esa fase de grupos, el jugador regresará a tiempo para enfrentarse al Valladolid, último choque previo al parón que vivirá la Liga en octubre; si sigue adelante, podrá reincorporarse dos semanas -pero una jornada- después, para el partido ante el Sporting.

El Athletic afrontará así este pequeño maratón competitivo sin un jugador que ha pasado de pelear por convencer a Joaquín Caparrós de que tiene un hueco en el primer equipo, a disputar cinco -todos ellos como titular- de los siete encuentros oficiales que ha disputado el Athletic esta temporada. Una comparecencia más que testimonial, que ha redondeado con sus goles ante Barcelona y Tromsoe y que le ha valido para hacerse definitivamente con un hueco en el primer equipo. Y que incluso le ha abierto las puertas de la selección española sub 21, con la que debutaba la semana pasada, aunque fuera para disputar diez minutos frente a Polonia.

Con tranquilidad

Una carrera ascendente que De Marcos se toma «con tranquilidad y con mucha alegría». Lo decía ayer en Lezama, antes incluso de conocer su convocatoria para la cita mundialista. «No me esperaba que todo fuera así -admitía el atacante, llamado en un principio a alternar entre el Bilbao Athletic y el primer equipo-, me ha venido de repente, pero me lo tomo poco a poco y con tranquilidad».

También se refirió el jugador a la visita al Xerez, su último encuentro como rojiblanco hasta el próximo mes de octubre, asegurando que no se fía lo más mínimo de la condición de cenicienta del conjunto andaluz. «Se dice que somos favoritos y luego pasan cosas raras», recordó, en referencia a lo sucedido ante Young Boys y Tromsoe. «Vamos a ir pensando en ganar, pero afrontando el partido como si jugáramos ante el Barcelona», aseguró.