Casi una década después -el 24 de febrero de 2002 jugó su último encuentro frente al Tenerife-, Osasuna regresa a las Islas Canarias para disputar otro partido de Primera con la contrariedad de que para la escuadra navarra este archipiélago no es, futbolísticamente hablando, del todo afortunado, tal y como también se le conoce.

Particularmente, del Heliodoro Rodríguez la escuadra rojilla nunca ha salido por la puerta grande; tres empates es lo máximo que ha podido `rascar' de nada menos que catorce visitas al feudo chicharrero. Con ese bagaje, no es de extrañar que los de Camacho le tengan ganas a la estadística y, de paso, quieran hacer bueno el empate firmado ante el Villarreal en la primera jornada liguera.

Pero enfrente se van a encontrar con dos factores a los que hacer frente para conseguir tan ansiado propósito: la ilusión del rival y el fuerte calor que se prevé para la hora del partido. Los tinerfeños regresan a la máxima categoría tras más de un lustro vagando por el desierto y ansían reverdecer viejos laureles como los que les permitieron disputar una Copa de la UEFA que les llevó hasta semifinales o ser jueces de la competición cuando hicieron hincar la rodilla al Real Madrid en la última jornada de la 91-92.

Al delirio por el regreso de un envite de Primera al estadio isleño hay que sumarle las adversas condiciones climatológicas para disputar un encuentro de fútbol que se van a encontrar ambos conjuntos, aunque con una presumible mayor incidencia negativa para los osasunistas, menos acostumbrados a las altas temperaturas y el elevado nivel de humedad que se espera a una hora insular tan intempestiva como las 16.00.

Camuñas, media punta

Como ya se ha venido avanzando a lo largo de la semana, la única novedad que presentará el once rojillo con respecto al choque que le midió al Villarreal será la entrada en él de Camuñas, en lugar de la baja obligada de Aranda, a quien ni siquiera dos semanas de descanso le han servido para recuperarse de sus problemas en el adductor izquierdo.

Y aunque pudiera pensarse que el madrileño debiera jugar en banda desplazando a Masoud al eje de la delantera, la realidad es que las probaturas realizadas por Camacho -en la última sesión se confirmó- le sitúan en la media punta, mientras que el iraní se mantendría en el carril zurdo.

Camuñas ya manifestó que lleva sus dos últimos años jugando de interior por ambos flancos y Masoud no lo está haciendo bien pegado a la cal, pero el técnico murciano parece no verlo así. Sus razones tendrá, aunque habrá que esperar a ver qué rendimiento ofrece esta disposición sobre el césped.