El ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, afirmó ayer en la prensa que tiene elaborado un plan para comenzar la retirada militar de Afganistán en un plazo de cuatro años.

«Se trata de poner las bases para la retirada a lo largo de la próxima legislatura», declaró Steinmeier al diario «Super Ilu». El futuro Parlamento, que surgirá de las elecciones del 27 de setiembre, tendrá cuatro años de vigencia.

En la entrevista, Steinmeier evitó dar una fecha para la retirada militar, afirmando que «sería poco oportuno informar a las fuerzas terroristas del año preciso en el que ya no habrá más soldados extranjeros en Afganistán».

«Estamos y nos quedaremos en Afganistán para impedir ataques terroristas, incluidos los que cometen contra nosotros», añadió el ministro socialdemócrata.

«Pero no queremos quedarnos allí para siempre», destacó.

El plan alemán busca establecer las condiciones para que Kabul pueda asumir sus plenas responsabilidades gubernamentales», según Steinmeier.

El ministro alemán reveló que actualmente existen conversaciones para definir cuánto tiempo deberán permanecer en Afganistán los soldados alemanes y del resto de los estados occidentales y «cuántos soldados y policías afganos hay que formar todavía para que puedan encargarse ellos mismos de la seguridad».

El anuncio de la existencia de este plan se produce en plena campaña electoral en Alemania, con un Steinmeier, cabeza de lista de los socialdemócratas, que intenta recortar la distancia a la canciller conservadora Angela Merkel, en medio de un creciente clima de oposición a la presencia militar en Afganistán.

Oposición popular

Según un sondeo realizado la pasada semana, el 57% de los alemanes desea que se produzca una retirada rápida de sus soldados de Afganistán.

El debate sobre la presencia alemana en el país asiático se reavivó hace diez días cuando un ataque aéreo contra los talibán, ordenado por el mando alemán en Afganistán, se saldó con la muerte de 50 personas, la mayoría de ellas civiles.

Alemania, junto a Gran Bretaña y el Estado francés se dirigieron la semana pasada por escrito a la ONU para reclamar que se organice, antes de fin de año, una conferencia internacional para establecer «nuevos objetivos» en materia de gobierno, seguridad y desarrollo en Afganistán.