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ANÁLISIS I Las claves del nuevo curso político (II)

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Iñaki IRIONDO, Ramón SOLA, Iñaki ALTUNA I

ARALAR : Cuenta con la oportunidad de aprovechar el altavoz del Parlamento

La campaña electoral para el 1 de marzo demostró que con presencia en los medios -que no tuvo en las autonómicas anteriores- Aralar puede llegar a un sector de la ciudadanía, lo que le posibilitó -junto a la exclusión de la izquierda abertzale- la obtención de cuatro escaños. Probablemente a la formación le hubiera convenido más una reedición del anterior tripartito. Apoyando desde fuera a Ibarretxe y ejerciendo cuando conviniera de Pepito Grillo, podría arrastrar a los sectores más abertzales y progresistas de lo que el anterior lehendakari definió como «cauce central», que es donde está ya el nicho de crecimiento electoral de Aralar. Compartiendo oposición con el PNV, esto es más difícil. En cualquier caso, Aralar va a tener una presencia pública mucho mayor que antes, oportunidad que a buen seguro no dejará escapar.

EUSKO ALKARTASUNA : En la necesidad de encontrarse a sí misma y encontrarse con otros

Si el curso pasado fue el annus horribilis del PNV, en términos electorales supuso una verdadera catástrofe para EA. Y al hundimiento en votos se le sumó la escisión. EA apostó por mantener sus señas de identidad, pero una parte de su electorado creyó que ya estaban representadas en Ibarretxe. El Congreso de junio -con renovación de nombres y continuidad de línea- y la clarificación que supone la salida de quienes no la compartían puede llevar a EA a reencontrarse consigo misma. Sin embargo, las urnas han demostrado que eso no es suficiente. Próximamente las bases de EA definirán cómo quieren buscar la unidad con otros independentistas. Habrán de hacerlo desde el realismo, el mismo que es exigible a quienes, por ser el sector mayoritario del independentismo, puedan tener la tentación de exigir condiciones imposibles.

NAFARROA BAI : Una fórmula que no cuaja y dos retos insalvables: la unidad abertzale y 2011

Cinco años después de su creación y dos después de haber estado a punto de llegar al Gobierno, Nafarroa Bai no acaba de despejar las dudas. Los resultados de sus socios en Nafarroa estuvieron muy por debajo de los de la izquierda abertzale en las pasadas europeas, el PSN marca distancias cada vez mayores respecto a la coalición, ha perdido un ayuntamiento (Barañain) y mantiene otros de modo muy precario (Zizur, Berriozar...), en su seno prácticamente cualquier cuestión de- riva en enfrentamiento interno, y el debate para aumentar su cohesión está en vía muerta. Si en 2009-2010 se ponen en marcha iniciativas de unidad de acción abertzale de carácter nacional, la fórmula puede resquebrajarse aún más en una coalición que parece querer mirar sólo a las urnas de 2011.

ABERTZALEEN BATASUNA: En una encrucijada sin aclarar

En su última asamblea, dio la impresión de estar en una encrucijada, tras haber dejado de ser hace tiempo la referencia más visible del abertzalismo. Algunos incluso se sienten incómodos con fórmulas de crecimiento como EH Bai. En ese contexto, se han producido apuestas como la de Los Verdes y hay quien no mira con buenos ojos la demanda de autonomía, que, en cambio, ha logrado importantes acercamientos entre otras fuerzas del movimiento abertzale.

HAMAIKABAT: A la búsqueda del equilibrio

La escisión de EA nace con cargos públicos pero está por ver cuál es su peso social. Hay quien sostiene que han nacido para acabar en el PNV. No parece un análisis acertado. Diluidos en la casa común jeltzale no serían nada. Hamaikabat necesita mantener su identidad como grupo para hacerse valer. Y no cabe ninguna duda de que su apuesta es por la colaboración con el PNV. Ese punto de difícil equilibrio es el que necesita encontrar la formación a partir de su próximo congreso.
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