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CRÓNICA I Bandera de la Concha

Ilusión y potencia para poner a la «Bizkaitarra» de nuevo en lo más alto

La "Bizkaitarra" de Kaiku se impuso en la Bandera de La Concha 27 años después. Los hombres de José Luis Korta demostraron ser la tripulación más potente y no dejaron lugar para la emoción. Lejos de especular con sus cinco segundos de renta, salieron a por la victoria desde el principio y acabaron disfrutando ellos, y haciendo disfrutar a los demás.

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Asier AIESTARAN

Cuantos más eventos deportivos tiene la opción de cubrir un servidor, más convencido está de que el factor sicológico es el elemento clave a la hora de construir un proyecto que tenga opciones de éxito. La suma de intangibles como la ilusión, el hambre de ganar o el afrontar cada compromiso como si fuera el último son indispensables en un deporte de élite en el que la preparación física está llevada al límite y en el que, digan lo que digan, apenas hay secretos entre los profesionales.

Buena muestra de ello fue el último medio largo de vuelta realizado por Kaiku en la segunda jornada de la Bandera de la Concha. Los gritos de Asier Zurinaga, recordando a cada uno de sus remeros las razones que le llevan a entrenar todos los días y sacrificar el tiempo que podría ser dedicado a amigos y familiares, llevaron a la "Bizkaitarra" en volandas hacia su quinta victoria en la bahía donostiarra.

Se podría pensar que esa aparente facilidad de remada se debe a la euforia de verse ganador, que también, pero se da la circunstancia de que esa misma tripulación ha sido capaz de firmar grandes remontadas como la que vivimos en la primera jornada de la Concha respecto a Castro -unos 10 segundos en un largo- o la protagonizada ante Pedreña en el último Campeonato de España -tras marcar peor tiempo en las tres ciabogas-.

Una ilusión y un hambre por hacerse con el triunfo que explotaron cuando la embarcación vizcaina cruzó las balizas de llegada y que se cristalizó en gestos simbólicos como el abrazo entre José Luis Korta e Iñaki Errasti -el preparador de Ortzaika le dejó sin bandera en el año 2001 con una maniobra de las suyas y desde entonces se le había resistido la victoria en Donostia- o las lágrimas del propio Zurinaga tras ganar su primera Concha patroneando la trainera de casa.

«Parece que el destino estaba marcado para que el triunfo llegara con Kaiku. La última vez que Kaiku ganó La Concha tendría unos once años y estaría a unos 10 metros de aquí bañándome en el agua cerca de las traineras. Entonces era un sueño poder estar en la «Bizkaitarra», era lo máximo, y el estar ahora aquí es algo que lo asimilaremos poco a poco», reconocía el veterano patrón tras recibir la bandera a bordo del «Ciudad de San Sebastián».

La tripulación ganadora estuvo formada por Miguel Ángel Ruiz, Benito David San Martín, Javier Pérez, Óscar Andrés Medina, Federico Steindl, Aitzol Arrizabalaga, José Luciano Prego, Iñaki Errasti, Leandro Salvagno, Gentza Iraitz Zubiri, Ángel María Rodríguez, Iker Pascual y Óscar Gómez, con Asier Zurinaga de patrón. Fue la primera participación en la Concha para siete de ellos y el primer título para ocho, mientras que para Korta es el decimoquinto triunfo.

Esperanzas para Castro

Si bien es cierto que Kaiku fue cabeza de regata desde el principio, no lo es menos que Castro aguantó bien el tipo durante el largo de ida. Lo sucedido en la primera tanda, en la que Pedreña pudo superar a Orio tras una remontada espectacular, mantenía vivas las esperanzas de los fervorosos aficionados llegados en masa desde la localidad cántabra. La diferencia en el viraje era de cinco segundos, una renta que dejaba todavía algún resquicio para la emoción en el decisivo largo de vuelta.

Pero la buena ciaboga de Kaiku y, sobre todo, su acierto a la hora de coger dos o tres olas nada más comenzar el segundo largo comenzaron a dejar la bandera vista para sentencia. Mientras los vizcainos se fueron creciendo, los cántabros fueron perdiendo la fe, con las diferencias aumentando lógicamente. Por detrás, San Pedro hizo su regata por la calle cuatro y reforzó una dignísima tercera posición final. Menos suerte tuvo Hondarribia, que cedió mucho tiempo por la primera calle -que ayer también fue la peor-, y como suele suceder habitualmente, acabó perdiendo el cuarto puesto en favor de Pedreña, ganadora de la primera tanda.

Pero la gran noticia de esa primera tanda no fue la victoria de la «Marina de Cudeyo», adelantando a Orio en el largo de vuelta, sino que el protagonismo se lo llevó la desafortunada descalificación de Urdaibai.

Cuando todavía no se habían cumplido los 20 segundos desde el banderazo de salida, los tripulantes de la «Bou Bizkaia» levantaron los brazos para que se volviera a repetir la partida. El motivo era la lesión del remero Xabier Bereziartua, que sufrió un pinchazo en la espalda y no podía remar. Desde el club vizcaino se pedía la oportunidad de realizar un cambio para poder participar en la regata, pero los jueces decidieron descalificarles por entender que no hubo ningún problema técnico, requisito indispensable para repetir una salida. Aunque la decisión parece no tener vuelta de hoja, representantes de Urdaibai manifestaron su total desacuerdo con la decisión tomada.

La mala suerte de los bermeotarras, a los que se les había averiado la furgoneta que llevaba la trainera a Donostia, ha sido la cruz para un remo vizcaino que ha vuelto a resurgir con fuerza esta temporada. A pesar de las buenísimas campañas de Urdaibai en los últimos tiempos, el remo vizcaino llevaba 24 años sin ver la victoria de una de sus traineras en La Concha -Santurtzi ganó por última vez en 1985-. Y si al triplete de Kaiku, con Concha, Campeonato de Euskadi y de España, sumamos algunos triunfos no esperados en otras categorías como la de Santurtzi en la ARC-1 o las de Deustu y Getxo en la ARC-2, se puede afirmar que Bizkaia vuelve a pegar fuerte en el mundo de las traineras. Una gran noticia para el remo que, esperemos, tenga continuidad.

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