Clasificado para la Europa League y en puestos de Liga de Campeones. Ahí es nada. Han sido muchas las dudas y más las críticas que han rodeado el inicio de temporada del Athletic pero, si de números se trata, poco más se puede pedir al conjunto rojiblanco.

Sobre todo en lo que respecta a la Liga en la que, por primera vez en catorce años, los bilbainos han empalmado sendos triunfos en las dos primeras jornadas. Sin enamorar y ante rivales que, en principio, pelearán por los mismos o menores objetivos que los rojiblancos. Pero con autoridad suficiente y sin tener que recurrir a más fortuna que la estrictamente necesaria. Y con un dato especialmente significativo -más allá de los seis puntos, que siempre vienen de perlas y más aún con un calendario tan complicado por delante-: el Athletic ha saldado sus dos compromisos ligueros sin encajar un solo gol. Una circunstancia que siempre, o casi -la pasada temporada, cuando la reacción del equipo coincidió con su mejoría defensiva-, es sinónimo de éxito.

Tampoco es cuestión de echar las campanas al vuelo. El Athletic ganó en Chapín, pero lo hizo ante uno de los equipos más modestos de la categoría y con las inevitables dosis de sufrimiento. Pero no es menos cierto que, en términos generales, fue mejor que su rival.

No tanto en un primer tiempo tan aburrido como igualado. Hubo aciertos, como el que, en los primeros compases del choque, permitió a Gorka Iraizoz despejar un remate peligrosísimo de Armenteros, envenenado tras tocar en un defensa rojiblanco. Pero fueron los errores los que decidieron la suerte de esta primera parte. Sonrió a los locales el primero. Se cumplía el cuarto de hora cuando Abel saltaba en el área con los brazos abiertos, despejando un centro de Yeste. Pero Javi Martínez, que había acertado por partida doble, erró esta vez con el lanzamiento de penalti.

Lo peor fue que la jugada dio vidilla al Xerez, pero los andaluces no estuvieron suficientemente acertados para aprovecharlo. De hecho, los minutos transcurrieroncon las continuas pérdidas de balón por ambas partes como única noticia. Hasta que llegó el segundo error, esta vez por parte local y de consecuencias irremediables. En una rápida jugada, el balón llegó a banda derecha para que centrase Markel Susaeta... y rematase a gol David Prieto.

El partido se animó con el cambio en el marcador y el Athletic pudo incluso sentenciar, con un gran remate de Llorente que repelió, en dos ocasiones, el larguero.

Mejor, pero no del todo

Al Xerez no le quedaba más remedio que reaccionar tras el descanso, pero Joaquín Caparrós supo cortarle las alas, acertando de pleno con la entrada de Muniain y, sobre todo, Gurpegi.

Con el centro del campo fortalecido llegaron los mejores minutos del Athletic, que volvió a rozar la sentencia. Sobre todo con un balón robado por Gurpegi que Susaeta empalmó desde la frontal para que Renan volase y enviase a córner.

Lamentablemente, no duró demasiado y en la recta final tocó cruzar los dedos. Y volver a recurrir a Iraizoz, que voló para despejar un balón de Viqueira junto a la escuadra en el último suspiro.