La extensión del pacto PSE-PP no sería posible si respetasen los derechos fundamentales
La «reflexión» recogida en la ponencia política de PSE-EE sobre la posibilidad de extender el pacto de ese partido con el PP a las elecciones municipales parece ser factible de momento, a tenor de lo manifestado por su portavoz en el Parlamento de Gasteiz, José Antonio Pastor, pues considera que el pacto está funcionando bien. Claro que ese «buen funcionamiento», cuyo objetivo es impedir que los vascos decidan, es posible únicamente gracias a la exclusión política de una parte sustancial de la sociedad vasca y en ningún caso fruto de la voluntad de esa sociedad. Por tanto, esa extensión del pacto sólo será posible si perdura la negación de derechos fundamentales. Si no fuese así, es decir, si la izquierda abertzale estuviese presente en esas elecciones porque se respeta algo tan elemental como es el derecho de los ciudadanos a elegir y ser elegido libremente y sin riesgo de ser encarcelado por ello, el mapa político experimentaría un cambio más que notable. Entonces el PNV se vería obligado a tomar decisiones en consecuencia, aunque quizá prefiera que las opciones de voto se reduzcan a dos: el frente español y el propio PNV, como dirigentes jeltzales parecían celebrar ayer.