GLORIA LATASA gloriameteo@hotmail.com
La llegada del otoņo
Oficialmente, el otoño no hará su aparición hasta dentro de cuatro días. Sin embargo, este año ha decidido presentarnos sus credenciales con un poco de antelación. Y lo ha hecho de la mano de una DANA. Se trata de «Una depresión cerrada en altura que se ha aislado y separado completamente de la circulación asociada al chorro, y que se mueve independientemente de tal flujo llegando, a veces, a ser estacionaria o, incluso, retrógrada (su desplazamiento es, en estos casos, de dirección este-oeste).
Dicho de otro modo, es una especie de burbuja de aire frío desgajada de la corriente en chorro que existe en niveles altos de la troposfera (la que ayuda o entorpece el vuelo de los aviones, según la dirección que estos lleven) que «decide» viajar por libre y que puede hacerlo de oeste a este (como en principio le correspondería); quedarse quieta en un lugar determinado; o viajar de este a oeste (como lo ha hecho esta última), denominándose en este caso «retrógrada».
Bautizada hace tiempo como «Gota fría» por la escuela meteorológica alemana (término que arraigó aquí en el entonces Servicio Meteorológico Nacional, en el ámbito universitario y en la televisión, haciéndose popular) ha estado asociada siempre a lluvias catastróficas otoñales, particularmente en el área mediterránea. Hoy en día se sabe que no siempre causan grandes precipitaciones.
Y, aunque no se pueden detectar en los mapas del tiempo de superficie (no aparecen), según las nuevas teorías meteorológicas, éstas «depresiones de altura» siempre tienen un reflejo en niveles bajos y en superficie, que se manifiestan en forma de algún tipo de anomalía en la presión, en la temperatura, en la estabilidad o también en el viento.