El Reyno de Navarra San Antonio sumó el primer triunfo de la temporada liguera ante el Alcobendas (30-26) en un partido cómodo y entretenido que dominó desde el inicio merced a la seriedad defensiva y al acierto en ataque de una primera línea comandada por Jurkiewicz, Ruesga y Malmagro.

El conjunto navarro salió con ganas de demostrar que lo de Toledo fue un accidente. Apelando a la intensidad defensiva, la velocidad en las transmisiones y el brazo demoledor de un Jurkiewicz recuperado de su lesión en el último momento, el equipo local abrió brecha.

En la reanudación se mantuvo la tónica hasta que los navarros comenzaron a acusar el desgaste y se relajaron confiados por la ventaja en el luminoso (24-17, m.41). Fue entonces cuando el equipo madrileño protagonizó una tímida reacción. Un espejismo, porque el acierto de Ristanovic en la portería y una mixta de Ruesga sobre el central japonés acabaron con cualquier atisbo de sorpresa.